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Sobre un misterio

Oscar Cuevas Gamboa
1 de octubre de 2001

Atentamente deseo referirme a las afirmaciones aparecidas en esa revista en su edición # 1.007 , en el artículo ‘El enigma de los Cuevas’, donde se formulan señalamientos en relación con Oscar Fernando Cuevas Cepeda, mi hijo:

Desde el 6 de abril del presente año, Oscar Fernando Cuevas Cepeda, se encuentra desaparecido. Ni las autoridades, ni los grupos insurgentes, guerrilleros, paramilitares o delincuentes comunes, han expresado tenerlo en su poder, de tal manera que, angustiosamente, la familia desconoce su suerte, temiendo razonablemente por su vida. La situación jurídica de Oscar Fernando, se estaba tramitando regularmente dentro de la respectiva investigación, al punto que se le había concedido en forma legal el beneficio de extramuros.

Los hechos a los que se refiere el artículo en relación con la investigación de mi hijo en Estados Unidos ocurrieron hace 16 años, por los cuales él compareció debidamente ante la justicia, advirtiendo que el pronunciamiento correspondiente declaró la inocencia de Oscar Fernando, hecho igualmente destacable para una mayor claridad.

La investigación ‘Chimborazo I’ a la cual jamás fue ni ha sido vinculado, tuvo lugar en 1994, es decir nueve años después. Resulta, eso sí, muy curioso que se pretenda asociar la conducta de Oscar Fernando Cuevas con las actividades de cambistas profesionales, como las de los señores Angela Cuevas Gamboa, su esposo Francois Dolmetsch, Huguito Cuevas Mohr y sus respectivas familias, que son y han sido desde siempre los únicos miembros de la familia Cuevas que se han dedicado profesionalmente y durante muchos años a la actividad de cambios, como dueños que son de la organización Titan International, al amparo de la cual se han cuestionado por años operaciones de lavado de activos, entre ellas la denominada ‘Operación Chimborazo I’.

Por el contrario, reitero por centésima vez que ni mi hijo ni yo hemos tenido nunca casas de cambio en el país o el exterior, circunstancia fácilmente verificable ante las autoridades. Mi hijo tampoco realizó operación financiera alguna en Argentina o Costa Rica, no visitó Uruguay, por lo cual los hechos a los que se ha referido el artículo de SEMANA solo podrían predicarse, respecto de los mencionados Angela Cuevas Gamboa, Francois Dolmestch, Huguito Cuevas Mohr y sus familias, pues son sólo ellos quienes han tenido investigaciones por operaciones financieras en esos países. Qué sórdida resulta la coincidencia entre el repentino despliegue de la ‘Operación Chimborazo’, liderada por estos personajes y la desaparición forzada, muy dolorosa, de mi hijo Oscar Fernando Cuevas…

En consecuencia, Oscar Fernando Cuevas no compareció a la creación de la sociedad Pacific S.A. en Uruguay. Deben detectarse y aportarse los documentos que para dicho efecto se debieron presentar para comprobar la falsedad en documentos, imputable a Francois Dolmetsch, Angela Cuevas y a Huguito Cuevas Mohr, los únicos interesados en este penoso asunto y debe confirmarse quién se esconde tras los seudónimos de Nelly y Carlos Cuevas para descubrir la verdadera identidad de los mencionados lavadores de los carteles de Cali y Medellín, para lo cual existen importantes indicios, tal como lo he descrito.

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