Sorprendido y asustado

Durante mucho tiempo pensé que las denuncias y críticas que se le hacían al general Rito Alejo del Río eran más el fruto de una persecución de esas ONG y grupos de izquierda que han querido enlodar al gobierno del presidente Álvaro Uribe y a su Seguridad Democrática. Incluso, cuando vi en la televisión que había sido detenido, me pareció una injusticia con un hombre que había sido investigado y absuelto por la Fiscalía. Pero al leer el artículo ‘El pasado no perdona’, quedé sorprendido, por no decir que asustado. Primero, por la complicidad que durante tantos años tuvo el general con los paramilitares, sin que las Fuerzas Militares hicieran nada. Y segundo, porque la justicia fue ciega, no para juzgarlo por los crímenes que supuestamente cometió, sino para perdonarlo. A decir verdad muchos antioqueños nos sentimos por muchos años orgullosos de haber podido sacar a la guerrilla de Urabá, pero si desde ese tiempo nos hubiéramos enterado de cómo lo hicieron, no sé si hubiéramos sentido lo mismo.

Juan Fernando Tobón
Bello (Antioquia)