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TAMBIEN EN MEDELLIN

11 de noviembre de 1996

Queremos identificarnos con Plinio Apuleyo Mendoza cuando denuncia lo que está ocurriendo con el ISS. Igual situación que el cierre del Hospital Neurológico de la capital se presenta con la quiebra de instituciones médicas de Medellín por falta de pago y la suspensión unilateral de contratos. Es el caso de Coomédicas que se cerró por no recibir más pacientes de medicina general, odontológica y farmacia en sus tres sedes del centro de la ciudad y del Area Metropolitana. Desde hace seis años se prestaba un servicio puntual a un promedio de 2.000 afiliados al ISS los mismos que ahora engrosan las interminables filas callejeras. Pero también tenemos la degradación de la profesión médica porque las tarifas de los servicios las fija a su arbitrio el Seguro Social y cuando las sumas han alcanzado cifras millonarias el pago debe hacerse por la vía judicial. Mientras todo esto ocurre el presidente de la entidad, Carlos Wolf, ordena pautas publicitarias en los periódicos a doble página y a todo color. Allí se pintan las excelencias del servicio porque también aprendió a decir mentiras del tamaño de los elefantes.
Carlos Alberto Echavarría Medellín

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