Tremenda verdad

En SEMANA #952 leí dos comentarios de sumo interés; uno, ‘Dos años no es nada’ del señor Gómez Buendía, donde en un sereno y por demás inteligente análisis sobre el gobierno del doctor Pastrana y su empeño en la “construcción de la paz”, diagnostica: “A las Farc no se las pueda derrotar porque son una fuerza militar notable, pero tampoco se puede negociar con ellas porque no son una fuerza política”; tremenda verdad, porque si bien el gobierno le ha dado estatus político para sentarse con ellas en la ‘mesa de negociaciones’, su comportamiento nos dice a gritos que no son más que una horda devastadora sin Dios ni ley; dos, desconsoladora la inminencia presidencial del doctor Serpa, porque a mi modesto juicio su experiencia gubernamental como segundo hombre en un gobierno que, según se afirmó, malbarató los dineros públicos para sacar avante la absolución del mandamás señor Samper, dejando el Estado en bancarrota, no da para alimentar ninguna esperanza. Por lo demás, su condición de ser un politiquero rijoso, residuo del viejo radicalismo, lo descalifica definitivamente.

No obstante, podríamos caer en una situación que la maledicencia popular expresa diciendo: “Mientras más pior, mejor mi don”.

Y perdonen la cháchara. Con mi saludo muy cordial.