UN CASO REFRESCANTE

Perenne lector de SEMANA desde su primera época (la del presidente Lleras Camargo) estoy complacido con la carátula y su crónica correspondiente a la edición 747 de agosto 27-96. Refrescante resulta la renovación del caratulado y su artículo respectivo. Desde hace varios años aparecían consagrados, en la mayor parte de sus ediciones semanales, a comentar las desventuras de los protagonistas del proceso 8.000, incluidos sus anexos y derivaciones. A narrarnos, también, los cruentos episodios de la narcocorrupción y sus secuelas externas bélicodescertificantes. Asimismo al asolamiento humano y ecológico de la guerrilla. Sería un propósito, magníficamente recibido y apoyado por sus lectores, la dedicación de su tema central a tratar aspectos enaltecedores o creativos y ejemplarizantes de tantos compatriotas que aquí y en el exterior desarrollan, en diversas actividades, excelentes ejecutorias y se convierten en modelos de superación. El caso de Violy McCausland es uno de los muchos que podrían abarcar sus futuras ediciones para el resto del presente siglo.
Jorge Arbeláez Manrique Cali