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Una película blasfema

Leí con pesar la reseña que apareció en la revista sobre la llegada a nuestras salas de cine de la película La última tentación de Cristo.

María Luisa Jara Barragán
30 de julio de 2001

Leí con pesar la reseña que apareció en la revista sobre la llegada a nuestras salas de cine de la película La última tentación de Cristo. Quiero sentar mi voz de protesta por la publicidad y el despliegue que se le sigue dando a una película blasfema. Hace apenas unos años la sociedad colombiana en pleno se levantó para protestar por la exhibición de una cinta en la que se presenta a Nuestro Señor teniendo comercio carnal. Es lamentable ver que en tan poco tiempo los valores morales se han deteriorado, al punto que hoy presentan esa película, la publicitan, la comentan y nadie dice nada. No hace mucho los medios nos mostraron una cara de Cristo fea y patibularia, y nos quisieron hacer creer que ese era el divino rostro. Nadie dijo nada. Ahora nos acometen con esta otra desmesura. Quiero protestar enérgicamente, a nombre de los sagrados valores que por siglos ha defendido nuestra religión. No son cosas que nuestros hijos deban ver.

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