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VIVA AGUALONGO

26 de agosto de 1996

No es muy fácil explicarse que luego de las descripciones de las sangrientas acciones de los republicanos contra los pastusos en 1822, la sección 'Baja' haya sido asignada al alcalde Antonio Navarro por haber expresado el deseo latente de todos nosotros para reivindicar la valerosa figura de Agustín Agualongo y el reemplazo de la estatua de Antonio Nariño. Los capitalinos, descendientes de aquellos nefastos republicanos de la noche trágica de 1822, se empeñan, no obstante el paso de los años, en intervenir en un asunto que es de exclusiva competencia del pueblo pastuso. El 'prócer' foráneo a nuestra historia y nuestros sentimientos sí debe ser reemplazado de la presidencia de la plaza central de Pasto. Y luego, tendremos que seguir reivindicando a nuestros héroes, hasta lograr que Merchancano ocupe el lugar de Bolívar al lado del batallón, único sitio donde pudo ubicarse un pedestal para el 'Libertador', de cuya estatua aún sale sangre de las comisuras de sus labios, de la tanta que este vampiro de la historia hizo derramar a nuestro pueblo. Andrés Yie Bogotá

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