Santos no quiere cambio de 'maquinista'

A pesar de los cuestionamientos de algunos sectores sobre la permanencia en el cargo del ministro de Transporte, Miguel Peñaloza, porque tiene una empresa familiar que ha realizado contratos con el Estado y que actualmente está siendo dirigida por su esposa, el presidente Juan Manuel Santos lo quiere mantener en su cargo.
 
Las razones son de peso ya que el mandatario considera que en estos momentos sería inconveniente hacer un cambio en un sector clave para el crecimiento económico y la competividad del país, y más en momentos en que esta locomotora necesita un gran impulso para comenzar a mostrar resultados.
 
El sector tiene grandes retos: el próximo 18 de septiembre el gobierno anunciará la cuarta generación de concesiones viales, férreas y portuarias que implica inversiones por 40 billones de pesos. Se necesita tener al frente del tema a un conocedor como Peñaloza. Un cambio de 'maquinista' podría enviar señales negativas a los inversionsitas privados, que son los que realizarán la mayor parte de estas millonarias inversiones.
 
El sector de infraestructura no ha tenido la mejor suerte con varios funcionarios en los últimos años. La labor de Andrés Uriel Gallego como ministro de Transporte de la administración Uribe fue muy cuestionada en su momento proque privilegió pequeños proyectos regionales en detrimento de las grandes obras nacionales.
 
En el gobierno Santos llegó el ministro Germán Cardona quien trató de enderezar esta locomotora y quien insistió en que primero debían hacerse los estudios y después entregarse los proyectos, pero renunció al cargo por presiones políticas. Y ahora, cuando se esperaba que comenzara a andar a un ritmo mayor, surge este problema legal y ético con un funcionario que es reconocido como un gran ejecutor.