Chiste sueco

En una reunión con el presidente Pastrana un dirigente empresarial sueco, que vino en misión comercial a Bogotá, dijo que los negocios entre los dos países deberían tener al elefante como emblema.

26 de marzo de 2001

En una reunión con el presidente Pastrana un dirigente empresarial sueco, que vino en misión comercial a Bogotá, dijo que los negocios entre los dos países deberían tener al elefante como emblema: con narices largas para husmear los buenos negocios, orejas grandes para estar atento a las oportunidades y patas enormes como si fueran de plomo. La original comparación con el elefante hizo que los presentes explotaran de la risa.