Como un zapato

25 de febrero de 2012

Cuando Rafael Correa planteó que los presidentes de los países del Alba (Venezuela, Cuba, Bolivia, Nicaragua, Ecuador) no deberían asistir a la Cumbre de las Américas si Cuba no era invitada, le generó un problema a Colombia, pues si Raúl Castro iba, no lo haría Barack Obama. La canciller María Ángela Holguín está manejando muy diplomáticamente esa situación y se espera una solución de consenso. Vale la pena recordar que en 2002 se presentó una situación muy parecida cuando el presidente Vicente Fox, de México, era anfitrión de una cumbre similar a la cual George Bush no quería que asistiera Fidel Castro. Fox decidió llamar al líder cubano a pedirle “en privado” el favor “como amigo” de facilitarle las cosas quedándose en Cuba. Castro grabó la conversación y la hizo pública, con lo que dejó al presidente mexicano como un zapato.