FALSA ALARMA

24 de octubre de 1983

Un curioso incidente tuvo lugar el viernes pasado.
Todos los representantes legales de las entidades financieras recibieron un telegrama de la Superintendencia Bancaria, solicitándoles presentarse "urgentemente" a notificarse de una resolución. Esa tarde, cada presidente de entidad financiera que no había recibido nunca antes un telegrama de Superintendencia, se presentó nervioso a esta dependencia, pensando que algo grave había sucedido. En realidad, lo único que pasaba era que la entidad se había retrasado en un tramite burocrático de una resolución rutinaria que obligaba noticar a sus vigilados antes de ese martes y para cumplir este plazo fue necesario darle el tratamiento de urgencia que durante unas horas produjo pánico en los circulos financieros.