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CONFIDENCIALES

Hombre precavido

En su testamento, Fidel Castro dejó la orden categórica de que después de su muerte no debería construirse nunca una estatua en su memoria y que ninguna calle o plaza podría llevar su nombre.

10 de diciembre de 2016

En su testamento, Fidel Castro dejó la orden categórica de que después de su muerte no debería construirse nunca una estatua en su memoria y que ninguna calle o plaza podría llevar su nombre. Algunos explican que el comandante era precavido. Como en todos los países donde había estatuas de dictadores estas fueron derrumbadas en forma humillante cuando cambiaron las cosas, Castro no quería exponerse a eso. Hoy en Rusia no hay estatuas de Stalin, ni en España de Franco, ni en Irak de Sadam Huseín, y así sucesivamente. Si algún día a la isla llega al poder el capitalismo, con los cubanos de Miami a la cabeza, no podrán desahogarse humillando la memoria de Castro.