El mundo al revés

Los homenajes a García Márquez han tenido algo de realismo mágico.

26 de abril de 2014

Los homenajes a García Márquez han tenido algo de realismo mágico. En Bogotá se celebró una misa en la Catedral Primada presidida por el arzobispo Rubén Salazar. Según sus amigos, aunque él no lo proclamaba, era ateo. Pero lo realmente absurdo fue que algunos congresistas propusieron incluir en la ley de honores que se está preparando nombrar al Congreso de la República ‘Congreso Gabriel García Márquez’. Para un hombre que a los ojos de los colombianos es el símbolo de lo exactamente opuesto a la política tradicional, acabar con su nombre labrado encima de las columnas del Capitolio no solo no sería un homenaje sino que sería un insulto.