Indignación presidencial

El economista Salomón Kalmanovitz escribió la semana pasada su columna de El Espectador sobre las inversiones del departamento de Córdoba. Aunque no afirmó explícitamente nada irregular, sí insinuó que la finca El Ubérrimo, propiedad del Presidente de la República, se podría haber valorizado por el trazado de una carretera y la construcción de un puente. Uribe se indignó cuando se enteró de la sugerencia del comentarista y muy molesto lo llamó a su celular. Le cantó la tabla y le explicó que esa infraestructura vial está muy retirada de su propiedad. Kalmanovitz se comprometió a aclarar la información si se le demostraba que se había equivocado.