La espía de Lucho
26 de agosto de 2005
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Hace algunos días, María Emma Mejía ofreció una comida en su apartamento a la que estaba invitado Luis Eduardo Garzón. Cuando el alcalde llegó, le dijo a su anfitriona: "Le tengo una espía infiltrada en esta casa". Ella, sorprendida, le preguntó a qué se refería, a lo que el alcalde le contestó mirando a la muchacha que le abrió la puerta: "Su empleada del servicio, Diana Garzón, es mi prima hermana. Su padre, el hermano de mi mamá, es el líder de los zorreros de Bogotá".