La hija de Jobs

Hay una historia desconocida de Steve Jobs. En 1978, cuando era soltero, tuvo una relación breve con una mujer a la que dejó embarazada. Jobs no reconoció la paternidad y alegó en los tribunales ser “estéril e infértil”, por lo que la madre y la niña, que fue llamada Lisa, tuvieron que vivir de subsidios del Estado (welfare) hasta que esta última cumplió 5 años. Después, Jobs se casó y se arrepintió del tratamiento que le había dado a su hija. La reconoció y le dio su apellido. Al poco tiempo lanzó su revolucionario modelo de computador personal y le puso a este también el nombre de Lisa. Cuando se empezó a hablar de ese acto de ternura paternal tardío, este contestó que no tenía nada que ver y que las siglas correspondían a ‘Local Integrated Software Arquitecture’.