LA PIPA DE LA PAZ

8 de abril de 1991

Una semana antes de entregar las armas y sellar la paz definitiva con el Gobierno, Bernardo Gutiérrez, comandante del EPL, fue invitado por Fidel Castaño, jefe de los grupos de autodefensa de Córdoba, a una de sus fincas con el propósito de buscar un acuerdo de paz entre los dos bandos que estuvieron enfrentados durante muchos años. Durante la reunión, Castaño le ofreció a Gutiérrez darle tierras para aquellos militantes del EPL que no quisieran reincorporarse a la vida urbana. Gutiérrez agradeció el gesto y manifestó que iba a estudiar la propuesta y ofrecer la alternativa para quienes quisieran acogerla.