Lecturas dominicales

2 de julio de 2011

El presidente Santos definitivamente tiene sentido de la historia. Hasta hace poco tiempo se sabía que el ídolo de su juventud había sido siempre Winston Churchill. Al acercarse a la Presidencia, sus lecturas pasaron a biografías de Abraham Lincoln y Franklin Delano Roosevelt. Del primero sacó la idea de la conveniencia de incorporar al gobierno a sus antiguos rivales. Del segundo, el hecho de que a veces para pasar a la historia toca ser percibido como un traidor a su clase. Pues ahora está leyendo biografías de Teodoro Roosevelt, el otro gran presidente norteamericano del siglo XX. No se sabe qué lecciones asimilará de este último.