No hay rencores

22 de septiembre de 2012

Ahora que Luis Carlos Villegas anunció su renuncia al Consejo Gremial para dedicarse de tiempo completo a su papel de negociador de paz, vale la pena recordar un episodio familiar que fue muy trascendental para el empresario. En el año 2000 su hija Juliana había sido secuestrada por las Farc cuando salía de clase en la Universidad Javeriana. El plagio duró más de 100 días y finalmente las Farc la liberaron como un gesto humanitario en medio de los diálogos del Caguán. Para Villegas la causa más importante en este momento es la paz de Colombia y cree que hay que hacer caso omiso del pasado y mirar hacia adelante sin rencores y con optimismo.