NO SE PUDO

11 de noviembre de 1991

Finalmente no se pudo concretar el cargo diplomático ad honorem para doña Beatriz Dávila de Santo Domingo. A pesar de que la familia y el Gobierno habían buscado la forma de que el nombramiento de la esposa del industrial Julio Mario Santo Domingo pudiera desempeñar sus funciones de agregada cultural en Washington sin sueldo, el Departamento de Estado norteamericano manifestó que no podía expedir visas diplomáticas para funcionarios extranjeros que no pudieran acreditar su remuneración. Por esta razón, la Cancillería optó por nombrarla como tercer secretario encargado de funciones culturales de la misión colombiana ante la ONU en Nueva York, con un salario mensual de 1.816 dólares.