EDICIÓN IMPRESA

Paloquemao, también

7 de marzo de 2015

“Hacer mercado en Paloquemao es entrar a un cuento de hadas de olores, colores y sabores. Es pasearse por un Edén donde las frutas se transforman en una impresionante cornucopia de cosas bellas. La vista y el olfato se deleitan con esos milagros que produce la selva tropical, como la nativa guayaba cuyo sabor combina el del banano, el de la fresa y el de la lima. Pero no solo hay frutas también hay carnes. Las cabezas de cerdo están simétricamente alineadas y son tan perfectas que dan ganas de meterles la mano como si fueran títeres de guante. El olor es diferente pero es igual de seductor. Y qué decir de las flores, donde racimos enormes de lilas aromáticas compiten con tulipanes, rosas, orquídeas y unas variedades selváticas desconocidas que despiertan el erotismo”.