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Como se recordará, la compra, el año pasado, de los aviones de combate a la firma Embraer de Brasil para la FAC, por valor de 234 millones de dólares, fue objeto en su momento de un mini escándalo con muchas denuncias de congresistas por supuesta adjudicación con nombre propio. Pues ahora resulta que la entidad Transparencia Internacional acaba de declarar esa transacción como un modelo que deben imitar otros países para la prevención de la corrupción en compra de armamentos. Las características del proceso, incluida la veeduría externa de que fue objeto, están siendo incorporadas a la guía de recomendaciones de Transparencia.