Paranoia chavista II

Esa actitud del gobierno chavista explica en parte por qué casi nadie en Colombia acepta el cargo de embajador en Venezuela.

31 de agosto de 2013

Esa actitud del gobierno chavista explica en parte por qué casi nadie en Colombia acepta el cargo de embajador en Venezuela. No solo entra a un puesto percibido como el del representante de un gobierno no amigo, sino que se enfrenta al dilema de cómo manejar en la vida diaria esa hostilidad. Por ejemplo, si la acusación de los sicarios de Uribe se toma en serio, tendría que haber una protesta formal en un tono enérgico que enfriaría aún más las relaciones. Si por el contrario se deja pasar sin reacción, podría dar la impresión de que de pronto es verdad o, por el contrario, se interpretaría como una falta de solidaridad con el expresidente Uribe ante un irrespeto y una calumnia de enorme gravedad.