PIDIENDO CUENTAS

13 de febrero de 1989

Se afirma que el presidente Virgilio Barco se disgustó mucho con la forma en que se llevaron a cabo algunos allanamientos, después de la captura de las armas de las FARC. Concretamente el Primer Mandatario se preocupó por el caso del Teatro La Candelaria, donde hubo denuncias de excesos.
El presidente le transmitió sus reservas al ministro de Defensa, general Manuel Guerrero Paz, quien defendió la necesidad de los allanamientos y aceptó que pudieron haberse presentado algunos errores a nivel de implementación.