¿Se alargará la pena?

5 de junio de 2010

Álvaro Araújo se encuentra en una encrucijada. Está en la clínica con pérdida parcial de audición, problemas de equilibrio y de visión doble, por cuenta de un segundo accidente cerebrovascular que sufrió recientemente. Debido a su estado de salud ha pasado dos años y dos meses en casa por cárcel. El problema es que hay dos figuras jurídicas para este tipo de reclusión: la detención domiciliaria por enfermedad, que permite contabilizar tiempo de pena; y la suspensión de la detención por enfermedad grave, que no se contabiliza como parte de la condena. A Araújo pretenden aplicarle esta última. Sus abogados argumentan que de sus nueve años de condena habría que deducirle estos dos pues hay una jurisprudencia de la Corte de 2007 que homologa las dos figuras.