Se requirió un camión

29 de enero de 2011

La Superintendencia de Sociedades envió unos funcionarios a la oficina del liquidador de los Nule para recoger los documentos con los que todos los acreedores de los Nule certificaban las deudas que no se les habían pagado. El volumen era tan grande que el vehículo enviado no fue suficiente y los funcionarios tuvieron que devolverse y regresar en un camión. El encarte para ingresar el vehículo al sótano y cargarlo con todo ese material fue tal que tomó un día entero. Al descargar el camión en la Superintendencia, se ordenó hacer una inspección preliminar, que tomó varios días, para tratar de evaluar el monto total de esos reclamos. El resultado ‘a ojímetro’ fue un billón de pesos.