EDICIÓN IMPRESA

Se va pero se queda

13 de junio de 2015

Y hablando del general Naranjo, está contemplando la posibilidad de renunciar a su cargo de ministro consejero para el posconflicto. Naranjo tenía una comodísima y muy bien remunerada posición en México y la sacrificó sobre el entendido de que iba a ser el vicepresidente de Santos. Cuando le ofrecieron el ministerio y ser negociador de paz aceptó de buena voluntad por su conocida vocación de servicio a la patria. Sin embargo, aunque está muy satisfecho con su participación en el proceso, se ha sentido algo frustrado con su cargo de ministro pues el posconflicto aún no ha llegado. Él es un hombre de acción y los honores sin funciones concretas y sin trabajo no son lo suyo. No obstante, como es un gran convencido del proceso de paz, piensa continuar con sus responsabilidades en la Mesa de La Habana.