Sin aviso

23 de mayo de 2004

El jueves de la semana pasada había gran inquietud en la Cancillería y en la embajada de Colombia en Caracas. La razón es que se conoció que el presidente Hugo Chávez ordenó el traslado de un avión de la armada venezolana para recoger en San Antonio del Táchira a seis familiares de algunos de los retenidos colombianos. El objetivo era llevarlos a Caracas para hacer un acto de entrega de los menores. El problema es que el gobierno venezolano no informó a los diplomáticos colombianos de sus planes, y estaban preocupados con la idea de que Chávez usara a los niños para armar un show, llevándolos a comer helado como lo prometió en una alocución pública.