Vergüenza nacional

2 de mayo de 2009

La semana pasada se cumplieron los aniversarios de dos terribles magnicidios: los 25 años del asesinato de Rodrigo Lara y los 18 del de Enrique Low Murtra. Sobre este último crimen hay un detalle escabroso que con los años se ha olvidado. Pablo Escobar ya había anunciado su entrega y había dejado saber que ésta tendría lugar cuando se aprobara la reforma constitucional que prohibiera la extradición. La mayoría en la Asamblea Constituyente de 1991 ya estaba asegurada para este fin, pues a punta de bombas, sobornos o por convicción, existía casi consenso sobre el tema. Sin embargo, esto no le pareció suficiente a Escobar, quien consideró conveniente mandarles un ‘recorderis’ a los constituyentes para que no se salieran del rebaño. Ese ‘recorderis’ fue el asesinato de Enrique Low Murtra, que tuvo lugar pocos días antes de que se prohibiera la extradición. Y en cualquier país civilizado habría producido el efecto contrario.