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El 92 por ciento de los estudiantes de pregrado de la Universidad del Atlántico pertenecen a los estratos 1,2 y 3. | Foto: Daniel Reina

EDUCACIÓN

¡Más recursos para la Universidad del Atlántico!

Esta institución se destaca por la calidad de sus programas y su preferencia por los estratos 1, 2 y 3. Pero requiere, urgentemente, del apoyo estatal.

Diana Ramírez Vargas*
25 de octubre de 2018

Desde su fundación en 1941, la Universidad del Atlántico ha sido un referente educativo para la región Caribe y para el país. El crecimiento de su cobertura en los últimos 26 años ha sido uno de los más notables de Colombia. En 1993 contaba con 5.913 estudiantes y hoy tiene 24.609 (24.085 de pregrado y 524 de posgrado).

A este dato se suman otros buenos registros: el 92 por ciento de sus alumnos proviene de estratos 1, 2 y 3. El 8 por ciento restante pertenece al estrato 4. Y del total de estudiantes actuales, 18,34 por ciento pertenece a diferentes grupos étnicos (3 por ciento indígenas, 16 por ciento, afrocolombianos).

De los 32 programas académicos que ofrece, 20 cuentan con acreditación de alta calidad –dos más están en proceso de ser acreditados–. Su planta la integran 1.330 profesores, 182 de ellos cuentan con doctorados y posdoctorados. De sus diez facultades las que más demanda tienen son las de Educación y Ciencias Económicas, con 7.600 y 4.500 matriculados respectivamente.

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Para aumentar la cobertura de la educación técnica y superior en la región, la Universidad del Atlántico abrió en 2017 una sede en Suán, municipio ubicado en el extremo sur del departamento. Allí estudian 612 alumnos que provienen de las poblaciones atlanticenses de Campo de la Cruz, Santa Lucía, Repelón, Manatí, Candelaria, Ponedera, Palmar de Varela y de los departamentos de Magdalena y Bolívar. Hoy, la institución avanza en la construcción de una nueva sede regional en el municipio de Sabanalarga, uno de los más grandes y centrales del Atlántico.

Si bien el crecimiento de la institución ha sido de un 316 por ciento en su matrícula, la asignación presupuestal no ha tenido tal incremento. En ese mismo lapso solo aumentó un 146 por ciento. En 1993 recibía 52.538 millones de pesos; en 2018, 129.233 millones de pesos. Esto, evidentemente, impacta la prestación del servicio educativo.

En una entrevista para la revista Semana Educación, el rector de la universidad, Carlos Prasca, dijo que todos los esfuerzos por crear nuevas sedes que respondan a la descentralización para ayudar a todos esos estudiantes que no pueden vivir en Barranquilla, contrastan con el mal estado de algunos edificios, y de los servicios sanitarios, a los que no se les ha hecho mantenimiento, entre otros problemas. “Si no hay recursos lo que podemos tener es un elefante blanco”, dijo.

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Y eso no puede pasar. La Nación debe realizar unas transferencias acordes con el crecimiento de la cobertura de esa institución. La educación debe ser un tema prioritario, y así siempre lo hemos defendido desde Semana Rural, un proyecto de esta casa editorial, que quiere visibilizar los retos de la educación rural y de la educación superior que son la verdadera fuerza para la transformación de los ciudadanos, sus comunidades y sus territorios. En esta edición especial que usted tiene en sus manos puede apreciar todo el inmenso desarrollo de Barranquilla, producto de sus buenas administraciones y su planeación, esperamos que ese mismo brillo se traslade a todas las poblaciones del departamento.

*Gerente de ‘Semana Rural’.

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