Pie de foto: La minería de carbón genera en el país aproximadamente 130.000 empleos directos formales. | Foto: Iván Valencia

Gran minería

Colombia no sería la misma sin su carbón

Este mineral es parte de la historia del país, de sus regiones comunidades que han surgido alrededor de su explotación.

Silvana Habib Daza*
11 de agosto de 2017

No se puede hablar de Colombia sin mencionar el café, para muchos el mejor del mundo; sin hablar de vallenatos, desde los clásicos juglares hasta las fusiones mágicas de Carlos Vives; o de literatura y arte, pasando por las insignes esculturas de Botero y el realismo mágico de nuestro gran Gabo.

Pero tampoco se puede hablar de Colombia sin mencionar al carbón, fuente para el país y para sus regiones de empleo formal, desarrollo, oportunidades y progreso. El carbón, por décadas, ha sido el padrino de muchas generaciones de colombianos, a los que una piedra negra les ha permitido tener educación, vivienda, salud e infraestructura.

Nuestro carbón representa el 10 por ciento del comercio mundial de este mineral. Somos el principal productor de carbón en América Latina, ocupamos el undécimo lugar en el mundo, y somos el quinto mayor exportador. En 2016 logramos una cifra histórica de producción como país, cuando llegamos a los 90,5 millones de toneladas (86,1 de carbón térmico y 4,4 de metalúrgico).

De los 8.866 títulos mineros vigentes en Colombia, 16 por ciento corresponden al carbón y su industria. Con esos 1.425 títulos, el carbón aportó 1,35 billones de pesos en regalías en 2016, que representan el 80,2 por ciento del total recaudado por el sector minero. Con ese aporte, el carbón es literalmente el ‘padrino minero’ de muchas regiones del país donde se construyen escuelas, vías, hospitales, y acueductos con los recursos de sus regalías. En 2016 cada tonelada de carbón le aportó al PIB nacional alrededor de 105.000 pesos.

En el Cesar, departamento que aporta el 60 por ciento de la producción del carbón del país, es común crecer al lado de un minero, ser amigo del hijo de un minero, ver cómo los jóvenes quieren ser ingenieros de minas y pertenecer a alguna de las grandes empresas mineras de la región. La minería bien hecha en muchas partes de Colombia ha representado para familias completas una puerta hacia un futuro mejor: unos 7.000 familiares de empleados de la empresa Drummond, por ejemplo, reciben auxilios educativos para formarse; además, 526 bachilleres de su área de influencia han sido becados, y 358 de ellos ya trabajan en esta compañía. Por su parte, Prodeco, por medio de las fundaciones La Jagua y Calenturitas, destina un presupuesto para el progreso regional y un programa de becas para jóvenes provenientes de los municipios vecinos.

En La Guajira, que aporta el 36 por ciento de la producción carbonífera nacional, la empresa Cerrejón ha beneficiado con auxilios educativos a más de 12.000 personas, y además viene desarrollando proyectos de educación, cultura, recreación, deporte, salud, nutrición, saneamiento básico y reasentamientos.

En asuntos laborales, el carbón también es motor de oportunidades. Se estima que el sector carbonero genera en el país aproximadamente 130.000 empleos directos formales. De esta cifra, 30.000 corresponden a la gran minería del Cesar y La Guajira, y 100.000 a pequeña y mediana minería en Cundinamarca, Boyacá, Norte de Santander, Santander y Antioquia. Indirectamente, el gremio carbonero beneficia a casi medio millón de colombianos en todas las regiones del país a través de encadenamientos productivos, apoyo a la industria local, y compras de bienes y servicios.

Con ‘la fe del carbonero‘, el año anterior el sector demostró también su temple y capacidad de resiliencia, superando un ciclo de precios bajos que se inició en 2014. Igualmente, en 2016, se exportaron desde nuestro país 85,1 millones de toneladas de carbón, que representan el 15 por ciento del total de las exportaciones en Colombia y el 71 por ciento de las exportaciones mineras.

El carbón lleva nuestra bandera por el mundo: es un símbolo de nuestro potencial y riqueza. Basta ver los principales destinos del carbón térmico, entre los que están Turquía, Holanda, Estados Unidos, España, Israel, Brasil, Chile, Portugal, Corea, Italia, Guatemala, India y el Reino Unido. Por su parte, nuestro carbón metalúrgico (somos el cuarto exportador mundial), insigne embajador de regiones como Boyacá, Cundinamarca y Norte de Santander, va principalmente para Brasil, Turquía y Japón.

Estamos en un periodo histórico como país, en un momento en que la minería presenta una gran oportunidad para la paz. Habrá nuevos mercados en las regiones para los empresarios carboneros, quienes tendrán la posibilidad de ampliar sus proveedores y generar nuevas cadenas de valor. El padrino minero de Colombia seguirá siendo motor regional, símbolo pujante de nuestro potencial, jalonador de las economías locales y representante protagónico de la minería bien hecha ante el mundo.

*Presidenta de la Agencia Nacional de Minería.