Una de las sorpresas más celebradas ha sido la presencia de jaguares en el área rehabilitada. | Foto: Cortesía Cerrejón

Gran minería

Después de la mina, ¡bienvenida la biodiversidad!

¿Qué queda después de la explotación minera? La recuperación de los recursos naturales es posible incluso en climas tan extremos como el de La Guajira.

11 de agosto de 2017

Hace apenas 30 años, en este lugar había una excavación de más de 250 metros de profundidad en donde se hacía minería de carbón. Hoy, desde un mirador a diez metros sobre el suelo, a un par de kilómetros de un tajo de la mina de Cerrejón, se observa vegetación verde típica de un bosque seco tropical joven en donde se destaca la presencia de ejemplares de fauna, entre ellos gavilanes, sobrevolando el cielo. A pesar de su juventud, la secuencia vegetal de pastos y árboles genera un paisaje muy parecido a los bosques que existieron antes de la operación minera, lo que demuestra que la rehabilitación de tierras es posible.

Raúl Moscote, especialista en rehabilitación de tierras, quien empezó a trabajar en Cerrejón operando camiones y hace 17 años se vinculó al área de Gestión Ambiental de la empresa, explica que todo comienza con un estudio de terrenos, flora y fauna y sigue con la remoción de tierra para su preservación en bancos de suelos. Ahí se definen características como la capa arable, la acidez, la salinidad, la humedad y otros valores del terreno.

Después de extraer el carbón, empieza la adecuación de los suelos para estabilizarlos y volver a plantar la vegetación que estaba en la zona antes de la extracción minera. La flora no crece de un día para otro y necesita acoplarse a las condiciones climáticas para que la fauna vuelva a ella.

Luis Francisco Madriñán, un ecólogo dedicado al rescate de distintos ecosistemas, explica que esto no es un milagro, sino el producto de un proceso detallado en el que se ha venido experimentando con diferentes coberturas para lograr la rehabilitación del bosque seco tropical.

El caso particular de La Guajira no es sencillo: es una región semidesértica con periodos de sequía hasta de nueve meses, por lo que la rehabilitación de la tierra es un logro muy grande si se tienen en cuenta estas condiciones. Las áreas en proceso de rehabilitación presentan una biodiversidad muy valiosa, pues sirve como punto de conexión para especies de la Orinoquia, los Andes y la Sierra Nevada de Santa Marta.

Rehabilitar las zonas después de finalizar la minería allí ha requerido paciencia y años de trabajo. Y el esfuerzo no ha sido en vano. A la fecha, más de 3.600 hectáreas han recuperado las características del bosque seco tropical.

Parte de la rehabilitación ha incluido la creación de lagunas artificiales. Al llegar a una de ellas, es notable la cantidad y diversidad de huellas de animales que se encuentran en el barro. Una de las sorpresas más celebradas por el equipo de Madriñán y Moscote ha sido la reciente presencia de jaguares en el área rehabilitada. Este animal volvió desde Venezuela hasta la Sierra Nevada después de décadas de exilio. A su reaparición se suma la de los monos, venados, saínos, osos hormigueros y mieleros, aves, reptiles, anfibios, serpientes, roedores, insectos y otras especies que han encontrado un nuevo hogar en la región, especialmente en estas áreas, lo que demuestra la calidad de sus suelos.

En la zona de influencia de Cerrejón también se han hallado fósiles de tortugas, reptiles, hojas gigantes, frutos, semillas y polen cuya existencia en el área data de al menos hace 50 millones de años. Con la ayuda del Instituto Smithsonian se comprobó, entre otras cosas, que aquí habitó la serpiente más grande de la que se tenga registro, a la que bautizaron Titanoboa Cerrejonensis. Algunos de estos hallazgos estarán disponibles en el Museo DesQbre Guajira, proyecto en el municipio de Albania, en el que participa Cerrejón.

Contrario a lo que muchos podrían pensar, el concepto de tierra productiva no va necesariamente ligado a la actividad agropecuaria. Los monocultivos y la ganadería extensiva pueden ser muy negativos para el medioambiente, por lo que para Cerrejón, en una región con condiciones ecosistémicas como las de La Guajira, es oportuno el desarrollo de proyectos agroforestales por parte de las mismas comunidades. Con el apoyo de técnicos y expertos se está buscando la repoblación de peces como el bocachico, tortugas hicoteas y el repoblamiento de fauna silvestre en las áreas rehabilitadas.

Por supuesto, el trabajo de Madriñán y Moscote continúa todos los días, casi sin descanso. El equilibrio ecológico siempre será frágil y más en lugares con condiciones climáticas tan extremas como La Guajira. La meta en los próximos 15 años es rehabilitar cerca de 10.000 hectáreas donde hubo operación minera y generar un corredor biológico de agua en otras 15.000 hectáreas adyacentes a la operación, para darle vida a un área de reserva y así proteger la flora y fauna de la región.