"El nuevo acueducto, en su primera fase, permitirá que el agua llegue al menos dos veces por semana”. | Foto: César David Martínez

EL CAMPO

Un esperado acueducto para La Mesa y Anapoima

Los habitantes de estos municipios tendrán el suministro de agua que merecen. La primera fase quedará lista a finales de 2018.

10 de septiembre de 2017

El comienzo del milenio llegó con una promesa para los habitantes de La Mesa y Anapoima: un acueducto que solucionaría el problema de abastecimiento de agua que arrastraban durante décadas. Sin embargo, diversos inconvenientes retrasaron este proyecto tan importante para la provincia de Tequendama.

Han pasado 16 años desde que esa construcción se inició por primera vez. Hoy, cuando varias zonas del departamento solo cuentan con un servicio de agua intermitente, el Acueducto de Bogotá, las Empresas Públicas de Cundinamarca y la Empresa Regional Aguas del Tequendama firmaron un convenio para que los municipios de La Mesa y Anapoima tengan suministro permanente del líquido.

Llevar un abastecimiento hídrico ideal a comunidades que históricamente han tenido problemas por falta de agua no es tarea fácil. Sobre todo cuando en 2005, en un intento más por garantizar el servicio, las obras cayeron en poder de los hermanos Nule, después condenados por corrupción. Por eso, el reto de la Gobernación no es solo salvar el proyecto para no perder los recursos invertidos, sino también convertirlo en una realidad.

Inversiones estimadas en más de 32.000 millones de pesos permitirán no solo construir la primera fase de este acueducto regional, sino también fortalecer las redes vecinas existentes para que suministren agua mientras se adelanta la construcción. Desde el origen de la propuesta se dispuso que lo más conveniente era llevar el agua desde Bogotá, pero las negociaciones con el Distrito no prosperaron. Este año se logró un contrato mediante el cual la capital le venderá agua en bloque a la Empresa de Aguas del Tequendama, operador de servicios públicos en esa zona. 

Ese avance forma parte de la reformulación del proyecto que incluye un acuerdo con el ejecutor de las obras: Findeter. El gobierno nacional aporta 15.000 millones de pesos y la administración departamental los 17.000 restantes. En principio, la obra mejorará un 60 por ciento las condiciones del actual abastecimiento de agua en el recorrido La Mesa-Anapoima.

Otro de los objetivos de este proyecto es fortalecer la red Funza-Mosquera-Madrid. Durante el día ese caudal presta el servicio a estos municipios, pero en la noche disminuye la capacidad. Actualmente provee 360 litros por segundo y con las mejoras, llegará a más de 1.000 litros por segundo.

“En este momento las familias utilizan unos tanques para almacenar el líquido y se abastecen cada ocho o 15 días. El nuevo acueducto, en su primera fase, permitirá que el agua llegue al menos dos veces por semana”, explica Andrés Díaz, gerente de Empresas Públicas de Cundinamarca. Esta será la fase de abastecimiento primario que aunque no llega al objetivo final, cobertura durante las 24 horas del día, sí es un gran paso para cumplir con los tiempos estipulados. Se espera que las obras iniciales del nuevo acueducto comiencen a finales de 2017 y se entreguen al finalizar 2018.

Aunque la fase definitiva no estará lista en este periodo, la Gobernación actual quiere dejar claro el costo final del proyecto y ejecutada la primera fase. Para ello, firmó un convenio con la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá por 2.800 millones de pesos para establecer los estudios de detalle. “No se trata de poner a funcionar, por un tiempo, lo que fue un elefante blanco; se trata de garantizar que a mediano plazo haya un abastecimiento completo”, explica Díaz.

Con la garantía de que este acueducto por fin se realizará de manera transparente, los mesunos y anapoimunos dormirán tranquilos, sabiendo que aún en la noche podrán ir por un vaso de agua a la cocina.