Uno de los talladores de CTT trabajando sobre una esmeralda. | Foto: Julián Galán

INDUSTRIA TECNIFICADA

Tecnología y conocimiento para lograr la talla perfecta

Así trabajan dos compañías que convierten en piedras preciosas el material proveniente de las minas de Muzo.

5 de septiembre de 2017

Las esmeraldas se han extraído de las montañas colombianas desde tiempos anteriores a la Conquista española. Los indígenas las sacaban atraídos por su color verde y las tallaban para representar figuras. Muchos años después, comenzando el siglo XX, llegaron al país las técnicas europeas de tallado en piedras preciosas, aprendidas de los talladores de diamantes y adaptadas a las gemas colombianas.

Recogiendo esos conocimientos y con los últimos avances tecnológicos desarrollados para la industria de las esmeraldas, en 2009 comenzó a operar Colombiano Texas Transformadora SA(CTT) y Esmeraldas de los Andes (EDLA). Estas compañías pertenecen a The Muzo Companies, que ha consolidado todas las etapas de la cadena de valor de las esmeraldas a partir de diferentes empresas para implementar el modelo de negocio ‘Mine to market’. Minería Texas Colombia (MTC) se encarga de explorar y extraer el material de las minas de Muzo –reconocidas internacionalmente por tener las mejores esmeraldas del mundo–, CTT y EDLA las transforman en piedras preciosas y Muzo Emerald las comercializa en los mercados internacionales.

En 2014, The Muzo Companies adquirió los derechos de explotación de las minas para convertirse en la primera operación colombiana de este tipo con capital extranjero. Según Lucía Corredor, gerente de CTT, “desde entonces la cara de las esmeraldas ha cambiado mediante la modernización de sus prácticas mineras y técnicas a lo largo de la cadena, entregando trazabilidad completa de sus productos y tranquilidad a los consumidores”.

Tecnificar un arte

Una vez extraído el material de las minas de Muzo, llega a las manos de los talladores, quienes lo convierten en piedras preciosas de la más alta calidad. El proceso comienza con la etapa de preforma, en donde expertos analizan y seleccionan las piedras y definen un corte que asegure la mayor calidad y aprovechamiento de las mismas. Es decir, si las transforman en un cuadrado, rectángulo, lágrima, etc, y si deben trabajarse en facetas o cabuchones. “Buscamos la personalidad de la piedra, que en realidad es la que nos dice qué debemos hacer”, explica uno de los preformadores de CTT.

Después del análisis, se corta y desbasta la piedra. “Este es el paso más crítico del proceso, porque le da la forma de acuerdo con su limpieza, color y claridad”, agrega Corredor. Un mal corte puede comprometer millones de dólares y la calidad de los productos. Por eso los trabajadores del área de producción de CTT, que conforman el 80 por ciento de todo el personal, tienen más de 15 años de experiencia como talladores, y en el caso de los preformadores, más de 25.

Posteriormente, las piedras pasan a brillo de la plaza –cara de la piedra–, faceteo, despunte y brillo. “El faceteo es hacer las líneas que adornan las esmeraldas y el despunte es el diseño de los bordes”, explica un tallador de la compañía. Desde que comenzó a operar, CTT puso en marcha un estilo de talla propio para que fuera reconocido a nivel mundial. De modo que todos los talladores utilizan una misma técnica de faceteo que representa un sello de la marca. Finalmente, una vez terminada la piedra, pasa por las manos del máster tallador, quien se encarga del control de calidad. Con equipos de última tecnología, verifica que las gemas cumplan los parámetros de la empresa; revisa la geometría de las facetas, la refracción de la luz y la apariencia general para garantizar que la piedra tenga vida. “La empresa nos da los mejores equipos y contamos con las mejores esmeraldas. Tenemos que hacer el mejor trabajo”, agrega uno de los talladores. El proceso esta bajo constante revisión y CTT es la única empresa en el sector que ha obtenido la certificación de ISO 9001:2008 otorgado por Bureau Veritas.

The Muzo Companies reportan las cifras totales de su producción al Estado y en el 2016, el 88 por ciento del pago de las regalías de esmeraldas en bruto provinieron de ellas. Esta información es una garantía de trazabilidad, pues “podemos decir qué día nació la esmeralda que estamos entregando desde que la encontramos en la mina hasta que fue tallada. Eso es Mine to market”, concluye Corredor.