El programa en Colombia ha favorecido a 1.200 personas por medio de nueve iniciativas orientadas a la agricultura y la minería. | Foto: Istock

Educación

Hay que empezar por los maestros

El país del norte ha extendido su exitoso modelo a otras naciones. En Colombia busca capacitar a instructores de entidades como el Sena.

2 de julio de 2017

Jóvenes de todo el mundo se ponen a prueba en pasillos, teatros y laboratorios de instituciones canadienses donde la teoría encuentra un punto común con la práctica; el esfuerzo y la acción trazan la ruta hacia el futuro. Esa realidad es posible gracias a las oportunidades que hacen de Canadá uno de los mejores países del mundo para educarse.

Este modelo exitoso se ha multiplicado al integrarse a otros países que lo necesitan. Con un programa llamado Education for Employment Andes (EFE Andes), Canadá impulsa la educación en tres países andinos: Bolivia, Colombia y Perú. Por medio de una amplia gama de asociaciones con los gobiernos, empleadores, sindicatos, agencias de empleo e instituciones educativas, esta iniciativa moderniza la oferta de formación profesional en la región.

Los socios de EFE Andes aumentan la capacidad institucional y preparan a diferentes instructores. Los jóvenes más vulnerables adquieren mayores habilidades para encontrar empleo con lo cual el programa abre opciones para reducir la pobreza y así impulsa el desarrollo de las economías de los países donde está presente.

En Colombia, CICan (Colleges and Institutes of Canada) se ha asociado con el Servicio Nacional de Aprendizaje (Sena) para satisfacer la demanda de capacitación a instructores a corto plazo. Además, busca mejorar tres de los principales sectores económicos del país: textilería, minería y agricultura. Promover técnicas de minería más limpias y eficaces, en particular mediante el uso de tecnologías respetuosas con el medioambiente, es un aspecto clave del proyecto. Hace dos años se firmaron los convenios por 8.500 millones de pesos para garantizar la estabilidad de la iniciativa.

Esta se centra en apoyar a mujeres instructoras jóvenes que por cuenta del conflicto y otras variables sociales asociadas a la violencia no han podido educarse de forma integral. Es así como la tarea que comenzó beneficiando a poblaciones del sur de Bolívar y del norte de Antioquia se ha trasladado a otros departamentos.

En total, el programa en Colombia ha favorecido a 1.200 personas por medio de nueve iniciativas orientadas a la agricultura y la minería. Además, 80 instructores del Sena han sido capacitados.