Según el acuerdo 544 de 2013 del Concejo de Bogotá, la Asociación del Mercado de las Pulgas fue declarada como una actividad de interés cultural de la capital. | Foto: Archivo particular

COMERCIO

Mercado de las Pulgas: lo mejor del domingo

Además de ser un ícono de Usaquén, este mercado representará a Colombia en una de las ferias artesanales más importantes del mundo: el L'Artigiano in Fiera.

17 de noviembre de 2017

El Mercado de las Pulgas de Usaquén nació como una iniciativa institucional sin ánimo de lucro el 14 de agosto de 1990, cuando Juan Martín Caicedo Ferrer era alcalde de Bogotá. La alcaldesa de la localidad en aquella época, Emma Sofía Cock de Camargo, quería recrear los ‘mercadillos’ más famosos del mundo como el de San Telmo en Buenos Aires, el Rastro en Madrid, el Flea Market de Nueva York y el Saint-Ouen de París. Todo con el fin de convertir a Usaquén en un destino turístico de la capital.

Pero para lograrlo debía tener un valor agregado y por eso vale la pena preguntarse qué es lo que hace especial a este mercado. Por un lado está su contemporaneidad, su frescura, la variedad de objetos novedosos pero también aquellos que guardan una historia ancestral. Además, todos los productos son colombianos y de calidad debido al alto nivel de los artesanos.

Gracias a sus características, este mercadillo goza de reconocimiento en todo el mundo. En cuatro ocasiones lo han invitado a participar en L’Artigiano in Fiera, una feria y muestra artesanal que se celebra en Italia, considerada la feria artesanal más grande del planeta. Son alrededor de 4.400 stands de exposiciones, más de dos millones de visitantes y más de 150.000 productos provenientes de más de 100 países. Este año, el evento se celebrará entre el 2 y el 10 de diciembre y contará con la presencia de 14 artesanos del Mercado de las Pulgas de Usaquén.

Este mercado bogotano también ha sido invitado a otros eventos importantes como la Feria Internacional de Marsella (el segundo festival artesanal más importante de Francia), que atrae a más de 330.000 visitantes de esta ciudad y de otros rincones del país galo.

De acuerdo con William Ardila, presidente del Mercado de las Pulgas, desde el principio se “ha buscado fortalecer a todos los artesanos, microempresarios y artistas en los campos del emprendimiento empresarial y la sostenibilidad económica”. Es un espacio donde se les enseña a los pequeños productores a competir, a encontrarse con otros expositores del planeta y a crecer.

En este escenario dominguero y cultural, en el que participan alrededor de 480 artesanos, se encuentran productores afrodescendientes, indígenas, madres cabeza de familia e integrantes de la comunidad LGBTI. Todos interactúan dentro de una institución que, a diferencia de lo que muchos creen, no es un mercado donde se reubicaron vendedores informales. Por el contrario, cada uno de los comerciantes debe contar con Cámara de Comercio entre otros requisitos.

En el Acuerdo local número 4 del 12 de julio de 2007 se establece que la Asociación Mercado de las Pulgas, desde que inició su ejercicio, ha cumplido a cabalidad con la reglamentación que se tiene en la ciudad de Bogotá para el buen uso del espacio público y todos los requerimientos que esto conlleva. Esto demuestra que “sí es posible hacer buen uso de este sector en el que además se generan empleo y recursos”, continúa Ardila.

El mercado que dirije tiene una extensión de tres cuadras en las que además de generarse aportes socioeconómicos se producen encuentros culturales y turísticos. A la localidad de Usaquén la visitan alrededor de 12.000 personas cada domingo, de las cuales un 30 por ciento son extranjeros. Por eso, en el Acuerdo 544 de 2013 se establece que transitar por este mercadillo es una actividad de interés cultural.

Nada de esto sería posible sin el trabajo en conjunto con la Alcaldía Mayor y la Alcaldía local, la Secretaría de Desarrollo Económico, el Instituto de Desarrollo Urbano y la Secretaría de Movilidad. Como lo explica Ardila: “Ellos nos permiten realizar este evento cultural que debe convertirse en un símbolo del país, como sucede en España, Argentina y Francia”.

En cuanto a la proyección, además de generar trabajo formal y de impulsar a pequeños empresarios, la expectativa es que este lugar se convierta en una parte importante de la memoria histórica de Bogotá y que siga traspasando fronteras. De acuerdo con Giovanni Hernández, otro de sus líderes, el Mercado de las Pulgas de Usaquén debe ser “un lugar en el que los sueños se materialicen”.