90 galones de acpm consume en promedio la tractomula International 4900, capaz de cargar 32 toneladas, que conduce Brayan desde Bogotá hasta Buenaventura. | Foto: Ilustración: Jhonny Nuñez

PERSONAJES

De Bogotá a Buenaventura y Cartagena en mula

Brayan y Samuel, transportadores de carga por carretera, afrontan el reto diario de recorrer cientos de kilómetros. Conozca sus historias.

Jaime Gabriel Ablozaglo*
10 de abril de 2018

Brayan Santamaría tiene 26 años y lleva una década de conducir tractomulas. Sus hermanos mayores le enseñaron desde los 14 y él heredó su amor por la carretera. A los 16 ya manejaba solo una de estas gigantes máquinas. Con el paso del tiempo ha visto las transformaciones en la ruta. “La vía a Buenaventura ha cambiado mucho. Antes El Espinal, Chicoral, Andalucía e Ibagué eran parte obligada de mi recorrido, pero con las calzadas de doble carril ya casi no paso por ningún pueblo. El pedazo feo está por Cisneros, una vía de un solo sentido”, explica Brayan.

De Bogotá al puerto vallecaucano rueda cerca de 516 kilómetros en su mula International 4900 capaz de cargar 32 toneladas. Paga nueve peajes que pueden ser diez al regreso, porque casi siempre termina en Mosquera, y tiene que cancelar uno más. En promedio, su máquina consume 90 galones de acpm, que cuestan, aproximadamente, 600.000 pesos. Así que al final gana unos 300.000 pesos.

Brayan transporta pañales, alimentos y productos para los supermercados Alkosto. De la capital del país hasta Cali el viaje dura 14 horas. Desde Buenaventura traslada sobre todo aluminio para Bavaria, además de estufas y neveras importadas. Él dice que el viaje de Bogotá hasta Ibagué es fácil, la vía es perfecta (hay dobles calzadas y un buen número de túneles). En La Línea se notan los esfuerzos por la ampliación del corredor, pero ahí se necesita más trabajo, afirma Brayan, quien agrega: “Yo no creo que el famoso túnel esté listo al final de este año. Lo que he visto es que la obra está suspendida y eso se nota cuando se pasa el peaje de Cajamarca, donde se encuentran arrumadas todas las volquetas y la maquinaria”.

Para este joven conductor, lo mejor de viajar a Buenaventura es que puede parar donde quiera a descansar un rato sin nada qué temer. “Lo complicado es cuando toca viajar hacia el norte”, concluye.

Rumbo a Cartagena

A sus 30 años Samuel Fernando Delgado ha vivido muchas experiencias cuando viaja con su mula Freightliner desde Bogotá a Cartagena. Últimamente lleva exportaciones de envases de vidrio. De regreso suele traer carritos de mercado para los almacenes Ara y Olímpica.

El recorrido dura dos días en promedio. Arranca a las tres o cuatro de la mañana y estará llegando a Pailitas o Aguachica (Cesar), hacia las diez de la noche. Ahí duerme un buen rato en la litera de su camión y retoma camino al amanecer del día siguiente.

A Samuel no le gusta mucho conducir hacia el norte, porque, además de las vías deterioradas, hay un riesgo muy alto de que lo atraquen.“La Ruta del Sol, que llamamos ‘pasar por el Magdalena Medio’, está llena de huecos. Ya varios carros se han volcado. Pero lo complejo viene después de Bosconia, porque desde allí a Barranquilla, Cartagena, Valledupar, Santa Marta o Aguachica, es muy probable que uno sea víctima de un robo”, dice.

Él recuerda que la Ruta del Sol ni siquiera la han entregado oficialmente, y como su variante no permite entrar a ninguno de los pueblos adyacentes, el viaje también es riesgoso.

Para llegar a Cartagena toma el camino de Guaduas, Guadueros, Rionegrito, Puerto Boyacá, Puerto Araújo y San Alberto. De allí sigue hasta Aguachica, “una vía con muchos baches, que cambia de sentido varias veces y está muy mal señalizada”. Luego recorre 214 kilómetros hasta Bosconia. Y desde este punto hasta la capital de Bolívar el viaje se torna azaroso. En ese tramo se debe bajar la velocidad debido a los huecos y desniveles, lo que aprovechan los atracadores. Por eso, una vez supera Bosconia, el último destino será la zona de Mamonal, donde descargan y cargan la mayoría de sus colegas.

“Pero no todo es malo. Tanto la Sociedad Portuaria como Contecar (los puertos de Cartagena), despachan en máximo 20 minutos, así sea hora pico. En cambio en Buenaventura uno puede demorarse seis horas para hacer el mismo proceso”, enfatiza Samuel, quien en promedio paga 400.000 pesos por 12 peajes, y 1.200.000 pesos por combustible, para una ganancia aproximada de 600.000 pesos por viaje.

Delgado también celebra que en Cartagena suelen pagar por contenedor, y no por peso como pasa en Buenaventura, lo que puede implicar un dinero extra a la hora del balance final. “Lo único que pedimos es que las autoridades nos cuiden más en la vía porque esto cada vez pinta más feo”, concluye Samuel Fernando.

*Periodista