Por fin el Pacífico y la Orinoquia estarán conectados. Un anhelo de más de 100 años. | Foto: Daniel Jaramillo

CARRETERAS

La vía que unirá al oriente con el occidente del país

Una carretera de 1.450 kilómetros unirá a Buenaventura (occidente del país) con Puerto Carreño (oriente de Colombia) y moverá 15,9 millones de toneladas de carga al año. Este es el proyecto Conexión Pacífico-Orinoquía.

Juan Martín Caicedo Ferrer*
10 de abril de 2018

Durante más de un siglo el país ha anhelado conectar el Pacífico con la Orinoquia, dos regiones estratégicas y complementarias para el desarrollo nacional, pero muy alejadas entre sí. La razón, más allá de las evidentes dificultades topográficas, obedece a que las carreteras de Colombia, a lo largo del siglo XX, fueron trazadas en su mayoría de norte a sur, tomando como eje articulador el centro.

Un viraje sin precedentes, para bien de la integración del país y del comercio exterior, ha empezado a darse gracias al denominado proyecto Conexión Pacífico-Orinoquia. Se trata de una carretera de poco más de 1.450 kilómetros que pretende comunicar directamente a Buenaventura con Tolima, Huila, Meta y Vichada, hasta llegar a Puerto Carreño, sin tener que transitar por el alto de La Línea. Su ejecución demandará recursos cercanos a los 8.000 millones de dólares.

Ya en operación, movilizará 15,9 millones de toneladas de carga al año, en promedio, y beneficiará a los 9 millones de habitantes asentados en las áreas mencionadas. En su recorrido impactará a 17 departamentos afectados históricamente algunos de ellos por la violencia, y convergerá con las troncales Occidental, Central y Marginal de la Selva. Recorrerá además 350 de los 1.122 municipios de la geografía nacional, a los cuales integrará mediante vías secundarias y terciarias.

En materia de comercio, permitirá conectar a la altillanura –la mayor despensa agrícola del país y donde se concentra el 23 por ciento del PIB nacional– con los mercados internacionales.

Hoy Colombia le apuesta a optimizar su infraestructura fronteriza para, entre otros fines, vigorizar el comercio en regiones de alto potencial económico. El Estado deberá poner todo su empeño para garantizar la financiación de este corredor.

Actualmente, una firma de consultoría trabaja en los estudios y diseños de la mencionada carretera, que fue concebida e incorporada en el Plan Maestro de Transporte Intermodal.

De cara a los atributos en materia económica, social, comercial e incluso de paz que conlleva la puesta en marcha de la conexión Pacífico-Orinoquia, no parece osado calificarla de la ‘carretera del siglo XXI‘. De ahí la necesidad de que los gobiernos venideros incluyan en los primeros renglones de sus agendas la construcción de tan ambiciosa pero, sobre todo, tan necesaria megaobra.

*Presidente ejecutivo de la Cámara Colombiana de la Infraestructura.