Cada día del carnaval, que se realiza entre el 2 y el 6 de enero, celebra un elemento distinto de la cultura de la ciudad. | Foto: Óscar Coral

CARNAVAL

Carnaval de Negros y Blancos, el festejo que renueva el alma

En Pasto el año arranca con una fiesta de color, música y baile. Lo invitamos al carnaval que lo preparará para un nuevo año lleno de energía.

2 de octubre de 2017

Cada año quienes viven el Carnaval de Negros y Blancos de Pasto son testigos de un festejo colectivo y generoso que celebra la estética y la lúdica en una ciudad centenaria, la misma que el pasado mes de junio conmemoró sus 480 años de fundación.

Miles de turistas llegan en enero a Pasto y se sorprenden por una capital que se transforma y pasa de ser una ciudad tranquila a otra que se deja seducir por la creatividad de los pastusos que subvierten el orden cotidiano.

El Carnaval de Negros y Blancos se realiza precisamente cada año entre el 2 y el 6 de enero y convoca a quienes disfrutan del juego del cosmético y del talco, de la estética de las surrealistas carrozas, de las juguetonas comparsas, los disfraces vernáculos y los fantásticos colectivos coreográficos con sus ritmos regionales, nacionales e internacionales que acompañan todos los momentos de la fiesta.

Así como la ciudad de Pasto es centenaria, su carnaval también data desde las épocas de la Colonia. Son varias las hipótesis sobre sus orígenes y sus transformaciones. Lo importante es que la historia da cuenta de su proceso y que desde los años veinte del siglo pasado, se tiene una programación juiciosa diseñada cada año de manera concertada.

Inicialmente el festejo tan solo duraba dos días, pero en los años veinte se extendió a tres jornadas completas y hoy ya se celebra durante cinco días. El 2 de enero los protagonistas son los niños que desde pequeños aprenden los saberes del carnaval y lo demuestran con su capacidad creativa en el desfile del ‘Carnavalito’.

El 3 de enero se realiza el ‘Canto a la Tierra’. Ese día 11 colectivos coreográficos, integrados en promedio por 250 personas, comparten la fuerza andina en sus vestuarios multicolores, sus danzas y sus músicas. El 4 es cuando la ‘Familia Castañeda’ y la autoridad lúdica de la ciudad, Pericles Carnaval, les dan la bienvenida a los propios y a los visitantes; el 5, cuando el juego de los negritos nos recuerdan la presencia afro en este carnaval mestizo y el 6 cuando los colores y la majestuosidad del desfile magno le dan fin a la celebración.

El mundo, a través de la Unesco reconoció las cualidades del carnaval, cuando en septiembre de 2009 lo incluyó en la lista representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

Empezar el año con una piel nueva es el significado que históricamente los pastusos les han dado a estos cinco días de enero. Así, el Carnaval de Negros y Blancos invita a todos sus asistentes a iniciar el año con el espíritu limpio y renovado, luego de una verdadera catarsis colectiva. ¡Bienvenidos!