| Foto: Concesión vial Unión del Sur

DESARROLLO

Una vía para el desarrollo del sur del país

La Concesionaria Vial Unión del Sur trabaja en una doble calzada que mejorará la conectividad y los tiempos de desplazamiento en Nariño.

2 de octubre de 2017

Saliendo de Pasto hacia el sur, las montañas reflejan una variedad de verdes que son una muestra de la riqueza y la diversidad de los cultivos de la región. Las personas que viajan hacia Ipiales o Ecuador van dejando el volcán Galeras a su espalda y se embarcan en un recorrido de 83 kilómetros que hoy trae una buena nueva: la carretera tendrá 78 kilómetros de doble calzada desde Catambuco hasta Rumichaca y en sus primeros cinco kilómetros, en el área urbana de Pasto, se efectuará un mejoramiento de la vía existente.

Es un proyecto que será una realidad gracias a la Concesionaria Vial Unión del Sur que incluye como plazos un año de preconstrucción, cuatro años de construcción y 25 años de operación.

Uno de los requerimientos más importantes en el desarrollo de este tipo de proyecto es la expedición de las licencias ambientales. Por eso, fue necesario presentar a la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (Anla) un Diagnóstico de Alternativas Ambientales (DAA): “Presentamos dos propuestas similares que generan impactos ambientales diferentes, sobre los que la ANLA decide cuál sería viable. En marzo nos aprobaron el nuevo trazado y con el diagnóstico se formaliza que esa vía propuesta es la más óptima para las agencias del Estado”, asegura Germán de la Torre, gerente de la concesionaria.

Este proyecto hace parte de la segunda ola de concesiones de cuarta generación estructuradas por la ANI. La licitación pública se la ganó una sociedad conformada por el grupo español Sacyr, Concesiones Colombia y el grupo constructor ecuatoriano Herdoiza Crespo (HCC). Esa licitación se convirtió en el contrato 015 de 2015 que tuvo fecha de inicio el 25 de octubre del mismo año.

El proyecto quedó consignado oficialmente como Concesión Rumichaca-Pasto. El tramo Rumichaca (los primeros 900 metros) hasta llegar a la entrada de Ipiales, los está terminando de construir el Invías con un contrato de obra pública. “En los próximos meses nos entregan el tramo construido y ampliado a doble calzada”, explica el gerente de la concesionaria.

La doble calzada está contemplada desde Ipiales hasta Catambuco, un corregimiento de Pasto. Aún con el esfuerzo de la concesionaria, el proyecto no ha sido ajeno a varios desafíos. Durante el proceso de diseño y de estructuración, Unión del Sur se percató de que el tramo entre el corregimiento de San Juan del municipio de Ipiales y Pilcuán (en el municipio de Imués) era una zona inestable geológicamente.

La obra, programada en el plan de estructuración para ejecutarse con el tráfico operando, suponía un riesgo desde el punto de vista geológico y geotécnico. Por eso la Concesionaria Vial Unión del Sur propuso en marzo de 2016 una modificación del trazado que originalmente se había planteado en el proyecto. Son 22 kilómetros que irían por un terreno totalmente nuevo, en el cual no existe tramo vial actualmente. Después de diez meses de revisión, la ANI aprobó el nuevo trazado y en febrero de este año se dio luz verde a la modificación del proyecto. Con la modificación se llegó a un acuerdo en el que la concesionaria hará operación y mantenimiento, durante los 25 años del contrato, al tramo existente entre San Juan y Pilcuán.

Así la obra quedó dividida en el tramo Ipiales– San Juan y Pilcuán–Catambuco, que contempla la construcción de una segunda calzada adosada y el mejoramiento de la calzada existente. En el tramo San Juan-Pilcuán, se realizará la construcción de una doble calzada totalmente nueva de 22 kilómetros, además de la operación y mantenimiento de la vía existente. Para el tramo Catambuco–Pasto, se efectuará el mejoramiento de la vía actual.

En el momento se realiza el licenciamiento en la ANLA del tramo Pedregal-Catambuco y San Juan-Pedregal. Para octubre se espera que la ANLA apruebe la primera licencia ambiental y así iniciar las obras de la doble calzada.

Unión del Sur también ha realizado consultas previas con dos comunidades indígenas de la etnia quillasinga: la comunidad de Catambuco y la de Montaña de Fuego. Con ellos lograron cerrar dos procesos en corto tiempo y con expectativas positivas. Esos resultados sociales complementaron las condiciones que exige la ANLA para el estudio del impacto ambiental.

Actualmente están en desarrollo las consultas previas con tres comunidades más en el tramo San Juan-Pilcuán, requisito necesario para la licencia ambiental de este tramo. Esto es apenas una muestra del interés que tiene la concesionaria en cumplir con un proceso que ha sido lento pero transparente, si se tienen en cuenta todos los parámetros de responsabilidad social y de protección ambiental necesarios para que el proyecto estimule, como quiere, la movilidad del sur del país.