El Puerto de Cartagena ha sido el de mayor crecimiento en el Caribe durante los últimos 20 años. | Foto: Héctor Rico

PORTADA

La puerta de América

La importancia económica de su puerto convirtió a Cartagena en un nodo central del Caribe. Así es la entrada del comercio al país.

Carlos Medellín*
9 de noviembre de 2017

Desde su llegada al Nuevo Mundo los conquistadores españoles aprovecharon la posición geográfica privilegiada de Cartagena para controlar y administrar sus territorios ultramarinos. Las condiciones de su bahía permitían la llegada de grandes galeones y tener unas posiciones en tierra que hacían fácilmente defendible el puerto de los ataques desde el mar o incluso terrestres. La ciudad y su bahía fueron protegidas exitosamente, la mayor parte de la Colonia, con la construcción de algunas cuantas estructuras defensivas.

Esta situación permitió que la ciudad se constituyera en un fuerte muy valioso para los intereses españoles en el Caribe. El oro inca, muisca y de varias otras civilizaciones del continente, fue defendido para ser enviado a Europa. Así pues, durante la Colonia, Cartagena era la población más importante del territorio conocido como la Nueva Granada.

Sin embargo, en los primeros años del periodo republicano, tanto la bahía como la ciudad fueron abandonadas por el gobierno central y perdieron importancia relativa en el país. Esto puede explicarse debido al proteccionismo que imperó en buena parte del siglo XIX. Las inmigraciones y el comercio exterior estuvieron muy deprimidos y, los puertos del país no atravesaban por el mejor momento. De todos ellos, el de Barranquilla fue el menos afectado gracias a su cercanía con el río grande de la Magdalena, que le permitía una comunicación directa con el centro de Colombia. Por eso se convirtió en el puerto caribeño más ‘cercano’ a Bogotá.

Es decir, una vez los piratas, corsarios y bucaneros ingleses y franceses dejaron de ser un peligro para el Caribe, Cartagena perdió buena parte de su atractivo, pues su gran potencial se basaba en el poderío defensivo. Ante la ausencia de enemigos, sus murallas no eran tan necesarias.

Siglos más tarde, con la Constitución de 1886, Colombia se embarcó en un proceso de centralización muy profundo. Esto provocó que Bogotá creciera de manera macrocefálica en comparación con el resto del país. El desarrollo de la nación surgía desde el centro y así se acentuó el abandono general de los puertos.

Con el paso de los años la situación cambió. La globalización obligó a que los puertos volvieran a ser importantes. La apertura económica que ha vivido Colombia desde comienzos de los noventa, que se ha profundizado con la firma de múltiples tratados de libre comercio; y el proceso de descentralización impuesto por la Constitución de 1991, logró que Cartagena y su puerto se convirtieran nuevamente en ejes fundamentales de la economía del país, en actores imprescindibles para el desarrollo del comercio internacional.

Todos los puertos nacionales han sido favorecidos por esta nueva coyuntura, pero el de Cartagena es el que ha tenido mayor crecimiento en el Caribe en los últimos 20 años. Y esto, regresando a las líneas iniciales de nuestro artículo, se debe a las cualidades naturales de la bahía, que permiten que más y mayores barcos lleguen a ella con facilidad. Pero sus condiciones se pueden aprovechar gracias a la eficiente administración de las autoridades y de las empresas concesionarias. También ha sido favorable la ampliación del Canal de Panamá, que ha impulsado el crecimiento de los puertos cercanos a las bocas del canal.

Recientemente se ha anunciado el proyecto Diamante Caribe, considerado uno de los nuevos motores económicos de Colombia. Este busca que la región caribeña y los Santanderes sean nuevos epicentros industriales, que al estar más cerca de los puertos hagan más competitivo al país. Si se desarrolla un gran nodo industrial más cerca de Cartagena, el crecimiento de nuestro principal puerto en el Caribe será imparable.

¿En qué consiste el proyecto Diamante Caribe?

Es considerado uno de los nuevos motores económicos de Colombia. Su objetivo es que la región Caribe y los Santanderes se conviertan en los nuevos epicentros industriales, que por estar cerca de los puertos contribuyen a la competitividad del país. Si se desarrolla un gran nodo industrial más cerca de Cartagena, el crecimiento del principal puerto del Caribe será imparable.

*Abogado.

Noticias Destacadas