En 2018, los habitantes del resguardo El Noventa recibieron la titulación de su territorio. | Foto: Pablo David Gutiérrez

TERRITORIO

Así se están titulando las tierras indígenas en Antioquia

Nueve resguardos indígenas se han conformado en Antioquia desde 2016. La razón: la Gerencia Indígena del departamento, Amazon Conservation Team y la Agencia Nacional de Tierras se unieron para apoyar y promover la soberanía sobre el territorio de las comunidades.

15 de diciembre de 2019

Al llegar a estas tierras traje un par de trabajadores y comenzamos a picar y a tumbar montaña. Vine de Pueblo Nuevo, Córdoba, pero no soy de ahí. Diez años antes salí del pueblo mío, San Andrés de Sotavento, porque allá no tenía dónde sembrar. Cuando pisé por acá esto ni se llamaba igual”. Estas palabras son de José Toribío –con su acento sabanero y su tercera edad llevada sin tropiezos–, uno de los primeros indígenas senú que se asentaron en El Bagre, un caluroso municipio del Bajo Cauca antioqueño.

Desde la colonia, estos indígenas empezaron a migrar a causa de la persecución a la que fueron sometidos y de la violencia histórica por la tierra en Colombia. “En 1950, quizás desde 1948, nuestros abuelos empezaron a huir y a repartirse en Caucasia y otros pueblos con una identidad más de campesinos que de indígenas”, dice Rubén Gómez Hernández, cacique del resguardo senú El Noventa.

Después de la migración a El Bagre, varias familias como la de José Toribío empezaron a conformar una comunidad en la vereda La Bonga. Y la llamaron como el año del suceso: El Noventa. Así inició un calvario de más de 18 años, con mártires, veleidades y lágrimas, hasta que el 28 de octubre de 2018 recibieron oficialmente la titulación de su territorio, de más de 169 hectáreas, como resguardo indígena.

“Este hecho es muy importante para nosotros porque para los senúes el territorio es la vida, es todo. Nosotros le llamamos la madre tierra. Ella nos provee el alimento, la vida. Es tanto así que hay creencias muy importantes relacionadas con el territorio como enterrar el ombligo, la placenta”, agrega José Toribío.

Los líderes de este resguardo, como lo han hecho numerosas comunidades en Antioquia, intentaron durante años obtener la titulación del territorio. Y muchos tardaron décadas en conseguirlo. ¿Cómo lo lograron? Esto se debió en gran medida al apoyo que recibieron en los últimos cuatro años de la Gerencia Indígena de la Gobernación de Antioquia.

Desde 2016, esta entidad realizó una alianza con la Agencia Nacional de Tierras y la ONG Amazon Conservation Team para gestionar y apoyar la gestión de 36 procesos para constituir resguardos indígenas y expandir los territorios que han habitado ancestralmente. De esta forma, hasta noviembre de 2019 se resguardaron 7.840,62 hectáreas, que benefician a 441 familias en municipios como Cáceres, San Juan de Urabá, Ciudad Bolívar, El Bagre y Remedios. Muchos de ellos están en zonas con actividad minera y disputa del territorio entre grupos armados.

Como explica Llanedt Martínez, gerente de la Gerencia Indígena de Antioquia, “tener un resguardo titulado es la base fundamental para el desarrollo de las comunidades indígenas. De la tenencia de una tierra, inembargable, inalienable e imprescriptible, dependen todos los procesos duraderos de mejoramiento de su calidad de vida como la generación de vivienda, educación, el desarrollo de su gobierno propio y el ordenamiento ambiental”.

Las comunidades son conscientes de ello. En El Noventa, por ejemplo, todas las tierras tituladas se obtuvieron a partir de donaciones de los mismos integrantes de la comunidad porque, como expresa su cacique, se sabe que con la titulación no puede haber expropiación y llegarán beneficios económicos a través del sistema general de participación, que financiarán derechos y proyectos comunitarios.

Sin embargo, los beneficios no son solo para los pueblos ancestrales. En palabras de Carolina Gil, directora del programa Northwest Amazon, de Amazon Conservation Team, “asegurar y promover los derechos colectivos sobre la tierra y la soberanía, y sobre el territorio facilita que los sistemas culturales tradicionales puedan mantenerse, permitiendo el desarrollo de valores sobre el manejo sostenible de los bosques. Y esto contribuye con el bien común porque, según Naciones Unidas, las tierras indígenas representan alrededor del 20 por ciento de la tierra que contiene el 80 por ciento de la biodiversidad del planeta”.

Precisamente, las autoridades indígenas y la gerente indígena enfatizan en la importancia de la participación de Amazon Conservation Team en la conformación de los nueve resguardos que llegaron a feliz término desde 2016. Por una parte, porque esta organización apoyó presupuestalmente el proyecto, y por otra, porque aportó sus conocimientos técnicos alrededor de 20 años en la protección de los bosques tropicales y el fortalecimiento de las comunidades locales que los habitan.

La creación formal de El Noventa es el primer paso para garantizar la permanencia en el territorio de sus integrantes. Aún faltan acciones para que reciban una reparación colectiva efectiva por ser víctimas del conflicto, para proteger a sus líderes de la violencia de la guerra y el despojo, para continuar reivindicando sus derechos y realizando la práctica ancestral de la artesanía de la caña flecha. Pero lo cierto es que sin tierra nada de eso podría ocurrir.