Para las ciudades emergentes, la sostenibilidad y el orden son los retos

Las tendencias de urbanización en el planeta son irreversibles. Hace casi una década, por primera vez en la historia, la población mundial concentrada en las ciudades superó a la de las áreas rurales. En el caso de América Latina, cerca del 80 por ciento del total de la población es urbana, convirtiéndose en la segunda región más urbanizada del mundo. Los cálculos para 2050 arrojan que nueve de cada diez personas vivirán en las ciudades.

De acuerdo con estudios del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en las últimas dos décadas este fenómeno se concentró principalmente en las ciudades intermedias de la región, lo que generó importantes retos en materia de sostenibilidad y calidad de vida debido al aumento significativo en la demanda de viviendas y servicios públicos, mayores índices de contaminación y congestión vehicular y altos niveles de inseguridad.

Reconociendo que las ciudades son el motor más importante de la economía regional –en Colombia aproximadamente el 85 por ciento del PIB nacional se produce en los centros urbanos–, el BID dirigió gran parte de sus esfuerzos a la provisión de asistencia técnica a los gobiernos locales a través del Programa de Ciudades Emergentes y Sostenibles (CES).

La iniciativa contribuye a desarrollar y ejecutar planes de sostenibilidad urbana de mediano y largo plazo, que apuesta por un abordaje integral con el fin de identificar y priorizar las acciones necesarias que incentiven el crecimiento sostenible de las ciudades emergentes latinoamericanas. En particular, pone el foco en tres pilares: sostenibilidad ambiental y cambio climático, sostenibilidad urbana y sostenibilidad fiscal y gobernabilidad. Desde 2012, 77 ciudades de 26 países de América Latina y el Caribe forman parte del programa, y Colombia, con 17 de ellas, es la Nación de la región con mayor participación.

En 2016, por solicitud del gobierno municipal, Rionegro fue incorporada al Programa CES para desarrollar conjuntamente un plan de acción con un horizonte para los próximos 15 o 20 años, que ponga a la ciudad en la senda de la sostenibilidad. En este proceso ha sido evidente la importancia del municipio como cabecera regional del Oriente antioqueño y del Área Metropolitana de esta subregión, así como eje de desarrollo y nodo articulador entre los valles de San Nicolás y de Aburrá. También se destaca la necesidad de implementar proyectos estratégicos como el Plan Maestro para la expansión del Aeropuerto Internacional José María Córdova, la extensión de redes de servicios públicos domiciliarios, la configuración de un plan vial y el diseño y puesta en funcionamiento de un sistema de transporte masivo.

El plan de acción le permitirá al municipio planificar su crecimiento dándole un uso eficiente e inteligente al suelo. También facilitará la configuración de una ciudad que ofrezca altos estándares de calidad de vida a sus habitantes sin comprometer los recursos y la viabilidad de las generaciones futuras, que minimice los impactos sobre el medio natural circundante, adaptándose de manera resiliente a los efectos del cambio climático; que consolide una administración con capacidades institucionales necesarias para una gestión efectiva, transparente y participativa y con unas finanzas sanas que posibiliten la implementación de esa hoja de ruta para las próximas dos décadas.

Este plan se construye con la participación no solo de la administración de Rionegro sino de sus diferentes actores sociales, un proceso de planificación que debe centrarse en el ciudadano, en la apropiación de los proyectos priorizados y en que los resultados de su implementación cuenten con el monitoreo ciudadano necesario para lograr el cumplimiento de los objetivos establecidos.

En busca del mejoramiento de la calidad de vida de sus habitantes y de sus futuras generaciones, hoy identificamos como un hecho fundamental para Rionegro la construcción de esa hoja de ruta para la ciudad sostenible, amable, próspera e incluyente que queremos. Por tal razón, acompañaremos desde el BID el esfuerzo de los rionegreros por su desarrollo.

*Rafael de la Cruz es Gerente general de los Países Andinos, BID y Ramiro López Ghio es Especialista sénior, BID.