En agosto de 2017, para celebrar sus 40 años, la cadena abrió un restaurante en Llanogrande. | Foto: Sebastián Morillo

TURISMO

Pizzas Piccolo, 40 años de servicio

La pizzería más antigua de los paisas celebra sus cuatro décadas con un nuevo restaurante. Así nació y fue creciendo esta institución del sabor.

27 de noviembre de 2017

Colombia es el séptimo país en gasto per cápita por año en pizza: 22,1 millones de dólares, según un ranking publicado por el diario La República. Precisamente esta comida, para muchos antioqueños, tiene nombre propio: Pizzas Piccolo uuuuú, y para quienes crecieron en los barrios cercanos a El Poblado y Laureles, en Medellín, esta marca y su pegajoso jingle evocan inolvidables tardes familiares.

Hace 40 años, Carlos Arturo Jiménez abrió este negocio familiar. Kalín, como lo llamaban los más cercanos, inauguró el primer punto de venta en El Poblado y rápidamente se convirtió en el sitio de moda entre los estudiantes en los setenta, según recuerda María Cristina Jiménez, su hermana, y quien lidera la empresa tras la muerte del fundador.

Kalín abrió el segundo punto en la calle 70, famoso porque allí se recompensaba a quienes le daban la vuelta al estadio Atanasio Girardot en patines o bicicleta los fines de semana. Y hace 38 años, con la apertura de su punto de El Retiro, vía Las Palmas, Piccolo se convirtió también en la pizza del Oriente antioqueño.

La del ochenta fue una década importante para la empresa no solo porque llegó a Cartagena y Pereira, sino también porque empezó a procesar sus propias carnes. Hoy, de su planta salen además las salsas y las pastas. Nada se compra a terceros, excepto el queso.

"Por eso nuestro producto es tan exclusivo", advierte María Cristina. "Nadie conseguirá una salsa como la nuestra porque nosotros la hacemos, así como los panes y las pastas". Además cuenta con un huerto en Las Palmas, donde se cultivan las hortalizas que integran sus platos. En los noventa, la pizzería llegó a Bogotá y ya tiene dos sedes: El Dorado y La 19.

En agosto de 2017, para celebrar las cuatro décadas de sabor, la cadena abrió el restaurante de Llanogrande. “Medellín crece hacia el oriente y nosotros vamos de la mano. Es una región donde todavía tenemos mucha naturaleza. Las grandes empresas se han ido trasladando, también las universidades. Queremos hacer parte de esta zona porque ciudades intermedias están pidiendo productos de calidad”, explica María Cristina.

Esta nueva sede tiene un parque infantil con atracciones, amplios parqueaderos y dos ambientes: uno para degustar exquisitas pizzas, pastas, ensaladas y postres del menú, y un bar con música y gran variedad de licores nacionales e importados. Este nuevo espacio seguro albergará los recuerdos de futuras generaciones que también cantarán el mismo jingle en 40 años: "Pizzas Piccolo uuuuú. Alegre sabor y a domicilio, en un instante llega el sabor". ¿Le suena? búsquelo en YouTube.