29 ediciones de las Fiestas del Aguacero se han llevado a cabo en Caldas. Este año se celebraron entre el 6 y el 16 de octubre de 2017. Foto: IStock

CULTURA

Caldas, la ciudad de la lluvia

En este municipio antioqueño, al sur del Valle de Aburrá, llueve a cántaros todo el año y sus habitantes celebran con las fiestas del Agüacero.

Cenedith Herrera*
27 de octubre de 2017

Es el año 1986. En Caldas, municipio antioqueño al sur del Valle de Aburrá, un grupo de amigos de las artes, liderados por la Casa de la Cultura, se pregunta cuál elemento identifica a la ciudad. Toman como ejemplos varias fiestas populares del país: el Carnaval del Diablo, en Riosucio; el Festival de la Leyenda Vallenata, en el Cesar; las Fiestas de la Papa, en la Unión (Antioquia); el Carnaval de Negros y Blancos, en Pasto, entre otras. Todas tenían en común la fuerte participación de las comunidades, a partir de elementos propios de cada localidad.

Para Caldas escogieron la lluvia. En este municipio llueve a cántaros durante todo el año, pero con mayor fuerza en octubre, época elegida para llevar a cabo esta celebración. El acuerdo No. 41 del 11 de diciembre de 1987 instituyó que: “El objeto de las presentes jornadas festivas será el de promover el espíritu cívico cultural de nuestro municipio ante propios y visitantes”. Así mismo, facultó al alcalde para reglamentarlas y nombrar el comité organizador con representación de la Casa de la Cultura, el Club Rotario de Caldas, el Concejo, el sector privado y educativo, la Asociación de Comerciantes, el Hospital Regional y otras entidades y personas.

El periódico El Colombiano relató así las fiestas de 1990: “Se llegó el viernes, el día del evento más popular (…) la gente, en barras de uno o diez, empezó a llegar. Mamá y papá por un lado, al ladito las sardinas que se están volviendo grandes. Por ahí dando vueltas, Javier y John con los amigos y pidiendo plata para comprar refajo (…) Los de cachetes colorados, innegablemente caldeños (tomen nota del gentilicio), los ediles, sus asesores, los funcionarios, los exfuncionarios, los tenderos, los cigarrilleros, los exalcaldes, los estudiantes eternos, las secretarias de toda la vida…”.

En la celebración participan la comunidad urbana y rural. Hay competencias de comparsas y paraguas; conciertos musicales con grupos y solistas caldeños e invitados de otras regiones. Se premia el interés por las letras en el Festival de Lectores Infantiles y Juveniles, se otorga el Premio Latinoamericano de Poesía por Concurso Ciro Mendía, en homenaje a ese poeta nacido en Caldas en 1892.

Las Fiestas del Aguacero identifican al municipio de Caldas con la lluvia y con su nombre ‘Cielo roto’. A esta celebración se le suman los Juegos Recreativos Tradicionales de la Calle. Ambos hablan bien de la identidad local y de la historia reciente de los caldeños. Es 2017. Llueve justo mientras escribo estas líneas. “Grato frío”. Caldas se prepara para celebrar la edición XXIX de sus fiestas.

*Historiador de la Universidad Nacional, sede Medellín.