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"2 GRAFICO"

Artistas que cultivan diferentes técnicas de grabado se agrupan en el "Taller 2 Gráfico" para hacer más accesible al público la obra de arte.

17 de enero de 1983

Con barba oscura y apariencia de guerrillero urbano, Luis Angel Parra fue uno de los muchos estudiantes revoltosos que tuvo la Universidad Nacional hace unos 10 años.
En el tiempo que le dejaban libre los fervores marxistas, estudiaba ingeniería química. En ese medio, la única posibilidad que le quedába para conocer a la compañera de su vida era en una manifestación estudiantil y así, como en un cuento de hadas bogotano, se tropezó con una jovencita, estudiante de diseño gráfico, mientras los dos arrojaban piedra a la policía.
Nadie podría decir que una dama como María Eugenia Niño se encontrara en esos trotes. Pero no sólo presenciaba sino que lo hacía con entusiasmo.
Desde ese día se hicieron amigos con Luis Angel y terminaron por descubrir que tenían vocación común. Los dos estaban interesados en las artes gráficas. Entonces determinaron que ellos podrían contribuir de otras maneras al movimiento estudiantil. En un rudimentario taller de serigrafía que tenía Luis Angel en su casa al norte de Chapinero empezaron a trabajar juntos en muchos de los afiches, pancartas y camisetas impresas que se vieron en las paredes, en las calles y en los pechos y espaldas de los estudiantes en las manifestaciones juveniles de 1972 a 1976.
Ese último año María Eugenia terminó sus estudios de diseño y junto con Luis Angel decidieron "oficializar" su vocación fundando el "Taller 2 Gráfico", en un momento cuando la obra seriada empezaba a ser reconocida y aceptada como una expresión plástica pura. Fue precisamente en la Universidad Nacional donde la labor docente de Luis Angel Rengifo había elevado la apreciación de la tarea gráfica a una categoría diferente de la que se mantenía cuando el grabado se consideraba una simple reproducción por medios mecánicos. Otros seríagrafos y grabadores como el italiano Giangrandi, el maestro Augusto Rendón y el "Taller 4 Rojo" que tuvo una fuerte vinculación con el llamado arte "testimonial" (político), están dando, a principios de la década pasada un gran impulso de la obra gráfica.
En ese ambiente propicio se incubó el "2 Gráfico" hasta ahora el de más larga duración en Colombia como taller de creación colectiva. Aunque Luis Angel Parra y María Eugenia Niño no son propiamente artistas, han tomado parte desde el principio en el proceso creativo de la mayoría de las obras que se efectuan en su taller. Periódicamente, a lo largo de estos 6 años, el Taller ha ido conformando un grupo de artistas como Leonel Góngora, Hernando del Villar, Olivia Miranda, Mauricio Cruz, Gustavo Zalamea, Victor Laignelet, Eduardo Garzón Florez y María Eugenia Duque, que mantienen con el Taller una relación básicamente de investigación autónoma sobre la obra gráfica.
La primera exposición de grabados en todas las técnicas, realizadas por los artistas que participan en el "2 Gráfico" fue hecha en el Salón Siglo XX en Bogotá, con una de las mejores promociones que se hayan hecho para una exhibición de este tipo en el país. A partir de esa fecha vinieron otras presentaciones en galerías del Valle del Cauca, Medellín, Pereira y la última Bienal de Artes Gráficas en Cali.
Hace año y medio, en mayo de 1981, Luis Angel y María Eugenia, observaron la necesidad de tener un sitio permanente donde exhibir las producciones del Taller. Así, la planta baja de la casa de Luis Angel, la misma donde 10 años atrás imprimía camisetas y afiches revolucionarios, se transformó en Galería "Sextante", una amplia sala en la cual cada dos meses se muestra la obra de los grabadores del "2 Gráfico" .
Quizás dentro del movimiento de las artes plásticas en Colombia, el desarrollo de las diversas posibilidades del grabado --la serigrafía, la fotoserigrafía, el fotograbado, la xilografía, etc.-- representan la nota más característica y novedosa. Talleres colectivos como el "2 Gráfico" y "La Huella", dirigido por el maestro Juan Manuel Lugo, y privados como los de Pedro Alcántara, Lucy Tejada, Umberto Giangrandi y Nirma Zárate, entre algunos destacados, representan un esfuerzo dinámico por hacer más accesible económicamente la obra artística. En el caso de Angel Parra y Maria Eugenia Niño, terminaron por demostrar que al fin y al cabo las manifestaciones estudiantiles pueden de pronto servir para algo más que para tirar piedra.