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AIRE LIBRE

Se abre paso nueva propuesta para un "pulmón" en el Centro Internacional de Bogotá.

28 de diciembre de 1987


Reaparece en los periódicos de la capital la noticia de un nuevo proyecto urbanístico para el redesarrollo de los amplios terrenos en pleno centro de la ciudad que ocupara hasta hace algo más de una década la fábrica de cerveza Bavaria. Esta nueva propuesta, que aún no ha sido divulgada en su totalidad, ingresa a hacer parte de una larga lista de proyectos que se iniciaron casi al tiempo con el desalojo de las instalaciones de ésta, una de las más viejas y características "marcas urbanas" de la ciudad de Bogotá.

La "Cervecería Alemana Bavaria" de don Leo Kopp se instaló en estos terrenos en 1890, cuando el perímetro construido de la ciudad apenas llegaba, por el norte, hasta la altura de la calle 20. Sus vecinos en los potreros circundantes eran la entonces recogida Recoleta de San Diego, el edificio de los cuarteles del Ejército, el Panóptico Central (hoy Museo Nacional) y, hacia el occidente el Cementerio Central. Estos eran los extramuros de la ciudad. Con el desarrollo urbano posterior hacia el norte, la líneas del tranvía cruzaron frente a los edificios de la fábrica, los que indicaban a los pasajeros su salida de Bogotá y su rumbo hacia Chapinero. Con el paso del tiempo la ciudad envolvió la fábrica, la que quedó inserta en medio de áreas residenciales al occidente y norte y barrios populares hacia el oriente (La Perseverancia fue un barrio construido precisamente para los obreros de la fábrica) y colindando con el antiguo centro por el sur. Esta localización privilegiada fue un poco incómoda para el funcionamiento industrial, lo que ocasionó el traslado de las instalaciones al suroccidente de la ciudad. Esto y el desarrollo del proyecto del "Centro Internacional" después de 1960, contribuyeron a convertir los terrenos de Bavaria en uno de los trozos de ciudad más valiosos no sólo por su posible precio comercial, sino por la importancia que reviste para Bogotá cualquier cosa que allí haya de suceder. A pesar de ser de propiedad de Bavaria, el destino de ese terreno es asunto que concierne a todo el conglomerado ciudadano.

Entre las muchas propuestas anteriores, que se han hecho para la porción más grande de los terrenos de Bavaria (seis en total, según los estudios de la oficina del Plan Centro), hubo dos de especial interés por representar las dos intenciones más diferentes frente al posible uso del espacio. Una de ellas, la segunda en orden cronológico, fue preparada por varias firmas de arquitectos bogotanos hacia 1976 y contempló la construcción de un inmenso conjunto seriado de edificaciones en altura que alojaban comercio, oficinas y vivienda, construidas sobre unos sótanos de estacionamiento que ocupaban la totalidad del predio. La segunda, promovida unos pocos años después por la Alcaldía Mayor, contempló la utilización de todo el predio como un gran parque público para la ciudad, el "pulmón" que el área central necesitaba para compensar la alta densidad de edificación circundante. Estas dos propuestas plantearon, por así decirlo, la polaridad entre un máximo uso edificado y un máximo uso público. Las propuestas posteriores han sido intentos de mediación entre una y otra posición. En 1984 se desarrolló en el Departamento Administrativo de Planeación Distrital una propuesta basada en el estudio del espacio público del sector, la que contempló la creación de una gran plaza cívica en el centro del predio, llamada "Plaza de la Paz" como correspondía con las expectativas políticas de ese entonces. El rescate de dos de las más viejas edificaciones de la fábrica, sobrevivientes a la demolición ya avanzada, fue incluido en esta propuesta, a la cual un grupo de profesionales independientes ofreció luego una alternativa.

La nueva propuesta fue elaborada por la firma Ospinas y Compañía sobre lineamientos dados por la oficina del Plan Centro de Bogotá. Como puede apreciarse superficialmente en la perspectiva aérea publicada por los periódicos, es una variación sobre las dos inmediatamente anteriores. Desapareció la "Plaza de la Paz" (como corresponde con la actual situación). En su reemplazo hay un parque lineal que comunica la carrera 13 con la Avenida Caracas. Se conservan las dos viejas estructuras de la fábrica y se abre la carrera 13A. Se observa un planteamiento volumétrico para las manzanas que quedan delimitadas por el trazado del espacio público y se asume que existirá una reglamentación para el desarrollo de edificaciones en esas manzanas. Sobrevive el interés por el espacio público en la nueva propuesta, lo que significa una continuidad en la intención por asegurar el uso común de, al menos, una porción de estos terrenos. Este interés es realmente el aporte a la ciudad, que espera ver algún día derribado el muro que rodea este terreno y disfrutar de lo que, también algún día, será su cuota de respiro en esta zona "manhattanizada" a la fuerza.--