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J Balvin y Maluma

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“A Maluma y J Balvin se les debe culturalmente”

SEMANA habló con Alejandro Jiménez, nuevo gerente de Sony Music en la zona andina, quien asegura que, hoy por hoy, Colombia es el país más importante de música en el mundo.

6 de octubre de 2017

SEMANA: ¿Cómo se resume el trabajo de una disquera en la actualidad?

Alejandro Jiménez.: Nuestro trabajo va desde encontrar una gran banda, hacer repertorio, meterse al estudio y grabar hasta abrirnos al público. Ahora es muy importante poder llegar al mercado digital, pero tratamos de llegar por todos los canales del mercado.

SEMANA: ¿Cómo encuentran a los artistas que quieren representar?

A.J.: Las disqueras cuentan con un departamento artístico (A&R Artistas y Repertorio) que siempre está viendo qué suena en los bares, en la calle, en internet y en los festivales. La idea es tener un diálogo fluido con el público para encontrar nuevos artistas.

SEMANA: ¿Cómo va la industria musical en Colombia?

A.J.: Colombia es el país más importante de música hoy en el mundo. No existe ningún otro país que tenga la capacidad de exportación que tiene hoy Colombia.Obviamente hay mercados muy maduros como el de Reino Unido o Estados Unidos que tienen una exportación permanente, pero cuando piensas en el mercado colombiano te das cuenta de la superdiversidad que tiene en términos musicales y los resultados que tienen en términos comerciales. Ningún otro país de América Latina tiene los resultados que tiene Colombia en el mundo.

SEMANA: ¿En esa diversidad qué géneros se destacan ?

A.J.: La música no se puede circunscribir a una sola línea editorial. Una de las cosas más fascinantes que tiene es que vives ciclos que no te permiten decir solo hago rock o folclore. La música está viva y se está moviendo de un lado a otro. Una persona no consume solo un género ni un solo artista. Por eso uno tiene que tener todo porque el mercado está vivo y necesitamos surtir música a todas las personas.

SEMANA: ¿Qué tanto influye una disquera en el proceso de creación?

A.J.: El negocio ha cambiado. Ya no le dices a un artista exactamente lo que tiene que hacer. Tenemos que estar en un diálogo permanente con él. Discusiones siempre hay. Pero siempre es un diálogo que va en pro del bienestar del producto.

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SEMANA: ¿ Qué músicos colombianos destaca ahora?

A.J.: Mitú, Los mackenzie, Herencia de Timbiquí, y en general lo que están haciendo artistas del pacífico. Hay artistas muy destacados en el ámbito urbano. Puede que le guste o no el reguetón, pero acá se hace de mucha calidad, igual que el trap. Muchos de los productores de ese género en Colombia son muy importantes en el mundo. Talía, por ejemplo, quiere trabajar con productores colombianos. Ese panorama es bien alentador. J Balvin está en listados globales, Maluma también, Bomba Estéreo, Manuel Turizo, también entra en listados globales. Si haces una retrospectiva de 20 años atrás te encontrabas con personajes como Juanes, Carlos vives, Shakira, hoy son fácilmente 100 colombianos destacados.

SEMANA: ¿Hablando de reguetón, cree que ha cambiado la percepción del género al respecto?

A.J.: Yo personalmente vengo del mundo del rock y la mayoría de cosas que he hecho en mi vida están relacionadas con ese género. Vengo de esa escuela de que el reguetón es algo prohibido y que si eres un músico de credibilidad no te puede gustar el reguetón, lo tienes que mirar por encima del hombro. Eso es ridículo. La música no puede ser sometida a buenos y malos. Nadie puede decir “esto es malo”. Siempre hay fenómenos en que algo que se determinó malo luego se convierte en algo bueno porque su entorno cambió, como pasó con el tango o el jazz. Con el reguetón colombiano ha habido un fenómeno: El planeta está emocionado con cantantes como Maluma y J Balvin. Algo debes estar haciendo bien.

SEMANA: ¿Qué hace que el reguetón sea tan escuchado?

A.J.: Hay gente que dice “yo al reguetón no me le acerco porque no es erudito y es música de plebeyos”. Pero el ritmo o el conocido ‘dembow’ es algo que pega casi transversal en América Latina. Es porque nuestras raíces vienen atadas al baile y esos patrones rítmicos nos llevan a bailar. Si uno se va a poner a negar su propia esencia latinoamericana alrededor del baile está en nada. Mira el último disco de Bomba Estéreo, tiene patrones rítmicos que pueden ser cercanos al reguetón o a la champeta. ¿Es malo por eso? Yo creo que no. Es realmente pero realmente destacado… yo creo que la realidad va a cambiar y vamos a empezar a reconocernos como latinoamericanos.

SEMANA: ¿Cuál es su opinión personal de Maluma y J Balvin?

A.J.: A Maluma y J Balvin se les debe culturalmente porque pusieron ese patrón rítmico en un panorama global, donde la gente lo ha aceptado y lo ha abrazado. Culturalmente es algo que tenemos que asumir y abrazar y pulir para que esas músicas o identidades tan amplias las podamos capitalizar para crecer artísticamente. Ahora, eso no significa que a todo el mundo le tenga que gustar o que todo el mundo tenga que hacer reguetón. Que hagan que quieren. Pero sí es un matíz de identidad nuestro el reguetón.

SEMANA: Qué piensa de la polémica de las letras del reguetón?

A.J.: Yo no creo que la música está obligada a seguir alguna línea editorial positiva o negativa. Llegar a nivel de control sería muy negativo para la música porque implica aceptar un estándar ético o de composición frente al cual un artista no se puede salir, y creo que la composición literaria es libre. La libertad de expresión debe ser la bandera en el proceso creativo de un artista. Las letras de contenido fuerte están prácticamente en todos los géneros. Lo que no se puede hacer ya está consignado en la ley, como la apología al delito. Ya hay nutrida jurisprudencia y los límites de la libertad de expresión... Para mi la música no debe estar permeada por asuntos de moralidad o de condena.

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Alejandro Jiménez. Foto: Daniel Reina/Semana.

SEMANA: ¿Cómo se vive hoy de la música?

A.J.: La venta de discos sigue siendo una línea de negocio. Cada vez es algo más de nicho. Ya no cuenta con esa masividad. El LP es un formato retomado pero también es de nicho. Estas personas quieren tener la experiencia de tocar el disco y ponerlo en el tocadiscos. La línea de negocio es el mundo digital que crece constantemente a un nivel sano. Los shows en vivo naturalmente siguen siendo muy relevantes, especialmente para el artista. Eso es loque más le representa en dinero al artista.

Pero no todos funcionan igual. Si piensas en un proyecto de música popular vas a ver que tocan mucho en vivo, su ingreso es muy robusto por ese lado, Pero en Spotify la cantidad de streaming no es muy alta, pero cuando entras a YouTube sí la tienen. Cada artista tiene un ADN específico.

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SEMANA: ¿Se necesita un representante?

A.J.: Hoy en día no es absolutamente necesario. Si tienes un proyecto musical lo puedes grabar con tu celular y subir a spotify y luego empiezas a tener un público y todo va bien. Pero si te quieres expandir necesitas invertir en publicidad, en pasajes de avión y muchas estrategias para que consuman tu música. Esa dinámicas de negocio son posibles hacerlas independientemente buscando un socio o a través de una compañía discográfica.