Home

Cultura

Artículo

AMPARO YA PARTIO

Una conjugación de ritmos distintos le dan a 'Punto de partida' una buena referencia para la carrera en solitario de Amparo Sandino.

19 de agosto de 1996

Lo que nunca imaginó Amparo Sandino es que el coro del clásico vallenato Amor sensible le abriría las puertas a su carrera como solista. "Será sensible como el silencio que domina la montaña..." es la frase que cantaba sola durante 10 segundos como introducción a ese tema en los conciertos de Carlos Vives y La Provincia. Tampoco sabía que entre el público, durante una presentación en Nueva York, se encontraba Mark Kamins, un importante ejecutivo del sello Warner Music, más conocido por ser el hombre que descubrió a Madonna unos 15 años atrás, y cuya sensibilidad lo llevó a creer en esta colombiana como una artista para lanzar con todas las de la ley. El resultado de esa historia es Punto de partida, el primer álbum de Amparo Sandino, publicado simultáneamente y por estos días en distintos países americanos. Una producción cuidadosamente tratada y que explora en diversos ritmos que van desde el vallenato, pasando por el merengue, la rumba flamenca y el bolero, hasta la balada pop. El disco contó con la producción de Bernardo Ossa y Alexei Restrepo, el primero conocido por su labor junto a Carlos Vives, Compañía Ilimitada y Aura Cristina Geithner; el segundo por su aporte a proyectos como Moisés y la Gente del Camino y Madremonte. El álbum, además, tuvo la participación del fotógrafo colombiano Rubén Afanador, quien recientemente trabajó todo el concepto gráfico del último disco del roquero Lenny Kravitz, y que supo darle al de Amparo Sandino un toque internacional. Musicalmente, Punto de partida se destaca por sus arreglos pero ante todo por su variedad. Según la cantante, es una forma de llegarle a todo el mundo. "Lo hice -comenta ella- porque me gusta cantar de todo y sé que lo puedo hacer bien. Creo que si uno es músico tiene la posibilidad de trabajar en muchos frentes". La vida de esta bogotana ha girado en torno de la música, y en ese sentido siempre la ha marcado por prioridades. Primero fue estudiarla, luego enseñarla, cuando se dedicó a la docencia, y posteriormente como una profesión al tomar parte del proyecto de Carlos Vives, en una experiencia que la llevó por muchos escenarios. Entonces llegó la oportunidad de hacerlo en solitario. "Lo que nunca imaginé es que fuera a ser algo tan grande y que me fueran a buscar directamente desde Nueva York. Yo siempre creí que algún día iba a grabar con una casa disquera colombiana, con todo lo que ello implica". En Punto de partida, Amparo Sandino pone a prueba también su talento como compositora al incluir tres temas propios: Mar de amores, un vallenato que ha sido escogido como promocional del álbum; un merengue rápido llamado Camino del corazón y No voy a morirme de pena, en ritmo chandé. La grabación incluye también composiciones de Vito Poveda (el bolero Canciones de amor), Juan Gabriel Turbay (la balada Al final), Ricardo Prado (el ritmo tropical de Déjame volar y Berenice) y los Gypsy Kings, con quienes grabó en Francia el tema Báilame. Ahora empieza el proceso de promoción, lo que implica conciertos en los que lentamente estas canciones ganarán más vida porque, según Amparo, "la parte rica de hacer canciones en vivo es que uno las puede alargar, hacerles otro tipo de arreglos o meterles cosas nuevas, aunque esto también conlleva un proceso evolutivo de acoplamiento". Así comienza una nueva etapa en la carrera de esta mujer que ve en el nombre de este proyecto un doble sentido. El punto de partida para Amparo Sandino como cantante solista y para ella misma, "un punto de partida de esa cantidad de cosas que quiero cantar y expresar".