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"ATRACCION FATAL"

La más taquillera y controvertida película del 87

8 de febrero de 1988

Dicen que millones de hombres, sentados en la oscuridad de los cines en numerosos países, se alegran de no estar en las mismas circunstancias, sangrientas y trágicas, de ese Michael Douglas acosado, atacado, insultado y agredido por una amante a quien después de utilizar, ahora quiere alejar de su vida. Dicen que millones de mujeres, especialmente las casadas, le dan codazos al marido en los mismos cines, para que vean el ejemplo muy claro de una película que, al contar una historia amorosa que puede ocurrirle a cualquiera, se ha convertido en la más taquillera de los últimos meses y amenaza con llevarse algunos de los Oscares próximos.
La película se llama "Atracción fatal", es protagonizada por Michael Douglas (el actor de moda en Hollywood, también por Wall Street de Oliver Stone), y una rubia ya madura, Glenn Close, quien interpreta el personaje paranoico de Alex, solitaria y ninfomaníaca, quien después de un fin de semana agitado con el otro y descubriendo que el marido ajeno y ejemplar con una esposa y una hija muy bellas intenta cancelarla, al sentirse fastidiado por el acecho, pone en marcha toda una estrategia de recuperación que acabará moral y físicamente con ambos.
En Estados Unidos la película está produciendo un impacto tremendo. Dentro de la tendencia cada vez más profunda que tiene Hollywood de reflejar conflictos personales y familiares en sus películas, sin maquillaje, sin truco alguno, apelando a un lenguaje directo especialmente en las películas de Paul Mazurski, Robert Altman y John Casavetes, los espectadores se han topado con escenas de peleas, heridos, insultos y bajezas que muchos de ellos también han vivido han soportado y en algunos casos no han podido resolver. La amante, con más edad y menos atractiva que la esposa, se aferra a ese abogado apuesto y exitoso como su última tabla de salvación. No entiende que la buscó solamente para pasar ese fin de semana en que se quedó solo, y que una vez saciada la sorpresa (la película tiene una escena de sexo en la cocina del apartamento de ella, muy violenta, que sirve para marcar el tono angustioso de estas relaciones), una vez satisfecha la conquista, basta con un gesto de despedida y que cada uno siga su rutina. Pero lo que el personaje de Michael Douglas no sospecha es que ha removido el cieno oculto, ha reabierto heridas dejadas por otros hombres, ha provocado dolor y resentimiento y la única forma como ella sabe reaccionar es así, como un animal abandonado y entonces comienzan las escenas infernales.
El director Adrian Lyne (el mismo de "Nueve semanas y media"), tiene una explicación para el éxito de su película: "Es que en el fondo, unos más y otros menos, todos sabemos de alguna historia de amor parecida a ésta, todos sabemos de una amante desdeñada que se dedica a vengarse del otro, a tratar de recuperarlo. Por supuesto, la intención de la película no es moralizante, no queremos decirle al desprevenido espectador: mire lo que pasará si se busca una aventura, es mejor que permanezca fiel. Cada uno saca sus propias conclusiones".
Curiosamente el personaje desquiciado de Alex fue perseguido por numerosas actrices (Kate Capshaw, Jacqueline Bisset, Mimi Rogers, Melaine Griffith, Bárbara Hershey, Kristie Alley, Amy Madigan, Cheryl Ladd y Glenn Close, la elegida, aceptaron grabar pruebas ante el director mientras Debra Winger rechazaba la oferta original). El resultado es una película que se mira como una crónica amorosa y policíaca, con mucha sangre y suspenso, con lágrimas y caricias, y la sensación de estar repitiendo algo ya conocido.